“Nunca es segura la alianza con un poderoso”. Gayo Julio Fredo. (14 a.C. – 50 d.C.) Fabulista romano.
Especialista en la grilla y la polarización, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asestado un duro golpe a la alianza opositora Va por México.
Paulatina y constantemente, el inquilino de Palacio Nacional y sus secuaces le mandaron señales al dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, quien evidentemente ha tomado una decisión estrictamente pragmática, salvar su pellejo, someterse al poder para evitar pisar la cárcel por el presunto delito de enriquecimiento ilícito
Desde el año pasado, en alianza con los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática comprometió evitar la militarización del país, misma que ahora no tiene inconveniente en respaldar que se prolongue 4 años más.
Demasiada casualidad que ante los audios que por encargo ha difundido la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, nazca en el PRI de Alito, una idea contraria a la que venía defendiendo.
Por tal motivo, las dirigencias nacionales del PAN y PRD han decidido suspender temporalmente la coalición legislativa y electoral, hasta conocer el sentido del voto de legisladores priistas, ante la propuesta de la diputada Yolanda de la Torre Valdez, para ampliar al 2028 el plazo para que el Ejército participe en las labores de seguridad pública y que actualmente está autorizado hasta 2024.
El máximo polarizador del país puso contra las cuerdas a sus opositores agrupados en la Alianza por México. El golpe impacta preponderantemente en dos vertientes.
Por un lado, el intento de ganar los votos suficientes en las cámaras de diputados federales y la de senadores, para que pase su iniciativa de militarizar la Guardia Nacional e insistir en tener la mayoría que le permita destruir al Instituto Nacional Electoral.
Pese a todo, la última palabra no esta dicha todavía. Las dirigencias del PAN y PRD tienen oportunidad de mantener en la alianza a liderazgos y tribus del PRI, ante el inminente rompimiento con Alejandro Moreno. Por lo pronto, los senadores tricolores han manifestado su negativa a militarizar la Guardia Nacional, así como a la propuesta de Yolanda de la Torre.
Por otro lado, en el terreno político electoral, el golpe de López Obrador pretende divorciar la alianza opositora para garantizar el triunfo de Morena en los comicios del próximo año, pero, sobre todo, en los presidenciales del 2024.
La moneda está en el aire. Va por México aún tiene la oportunidad de lograr acuerdos que les permitan mantenerse unidos y construir opciones competitivas para las elecciones del 2023 en el Estado de México y Coahuila, pero, sobre todo, para construir una posibilidad en el 2024.
No está fácil, deben hacer a un lado su pragmatismo para lograr acuerdos de altura y competir por la presidencia de México o de menos, mantener los equilibrios en el Congreso de la Unión. Veremos si son capaces.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias. cmongem@hotmail.com