“La mediocridad es legítima hija de la corrupción”. Jorge González Moore. (1974 -) Escritor y poeta colombiano.
Los experredistas Leonel Godoy Rangel, Raúl Morón Orozco y Fidel Calderón Torreblanca limaron sus asperezas para formar un “todos unidos contra Carlos Torres Piña” y salieron a lloriquear en una rueda de prensa.
Tibiamente, Morón Orozco apenas pudo pronunciar “gobernador” para pedirle a Alfredo Ramírez Bedolla piso parejo. Que deje de apoyar a Torres Piña en su búsqueda de ser candidato a senador.
Por su parte, el que se jacta de ser doctor y muy conocedor de las leyes, Leonel Godoy, informó que no presentarán queja ni denuncia contra Torres Piña por los espectaculares con su fotografía, con los que tiene tapizado el estado.
No quiso ni dudar siquiera, si había presuntas irregularidades en eventos como el del pasado domingo 9 de julio en el Palacio del Arte de Morelia, donde fue evidente el acarreo y literalmente aventaron alimentos y bebidas a los asistentes, para que soportaran los autoelogios de Ramírez Bedolla y verlo levantarles la mano a sus funcionarios, a quienes evidentemente quiere ver en la boleta electoral y por lo que se ha convertido en su jefe de campaña.
El propio Alfredo Ramírez ha señalado que sus presuntos “foros” donde sólo hablan él y sus funcionarios, se llevan a cabo con dinero público para presumir sus logros, aunque haya críticas y les arda a sus opositores. Nada de eso vio ni escuchó el experimentado exgobernador perredista, Leonel Godoy. Se limitó a pedir que sean todos convocados. No le molesta la irregularidad, lo que le molesta es que no lo inviten.
Por su parte, Calderón Torreblanca, ex secretario de Gobierno de Leonel Godoy y actual diputado local de Morena, arremetió contra Torres Piña porque antes criticó a Andrés Manuel López Obrador, y ahora lo ha ignorado, luego de que el inquilino de Palacio Nacional pidió al secretario de Gobierno de Veracruz que retire sus espectaculares, lo que, a su juicio, también debió hacer el secretario de Gobierno de Michoacán.
Sin embargo, Fidel Calderón no tuvo el valor de señalar también a Alfredo Ramírez, porque tampoco acató, como sí hizo el de Veracruz, exigirle a su funcionario que bajara los espectaculares y le impidiera ser candidato, para quedar bien con López Obrador.
El colmo, salieron a lloriquear porque se percataron de los espectaculares de Torres Piña, pero no han visto los de sus corcholatas. Sospechan que haya dinero público en la contratación de espectaculares de Carlos Torres, pero no en los de Claudia Sheimbaum y Adán Augusto López.
Patalean porque no lo invitan a los presuntos foros de “Juntos reconstruimos Michoacán” que lleva a cabo el gobierno de Ramírez Bedolla, pero no sospechan de una presunta irregularidad, ante lo evidente.
Aseguraron que no tienen ningún interés personal, que todo es por un proyecto, pero en su historia han procurado estar pegados a la ubre del erario, tan es así, que por ahora olvidaron sus enconos para unirse y dar la pelea ante el favorito del actual gobernador.
Patalean y lloriquean, pero en el terreno legal, no mueven un dedo.
Seguramente por eso Torres Piña los ninguneó. Respecto al tema de los espectaculares, queja de sus correligionarios señaló: “para nada me afecta, ni me preocupa, ni me inquieta”.
Varias tribus del PRD están en Morena y se darán con todo por las candidaturas. Está claro que las cosas cambiaron para seguir igual, si no es que peor.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
