“Un político mira a las próximas elecciones, un estadista mira a la próxima generación”. Alcide de Gasperi (1881 – 1954) Político italiano considerado uno de los padres de Europa.
Las políticas públicas encaminadas a mantener la seguridad de la población deberían quedar fuera de la grilla electoral que cotidianamente fomentan los políticos en el poder, lamentablemente no es así.
En el caso de Morelia, la disputa se agudizó en los últimos días y tiende a empeorar. El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla con su partido Morena, intentarán arrebatarle la alcaldía en el 2024, al opositor Alfonso Martínez Alcázar.
Lograrlo, implicaría un triunfo doble. No sólo se quedarían con la presidencia municipal de Morelia, además darían durísimo golpe al opositor más visible en este momento, en la contienda electoral del 2027 por el Solio de Ocampo.
Parece lejos, pero así es la grilla electoral. Así que los dimes y diretes por la inseguridad que se percibe en Morelia, motivada principalmente por delitos de competencia federal y estatal, seguramente se acentuarán con el paso de los días.
Para Morena y Ramírez Bedolla, la inseguridad en Morelia será un triunfo, un elemento para denostar y culpar a Martínez Alcázar.
Algunos de los acontecimientos de los últimos días, así lo advierten:
- Apenas el pasado 13 de abril, Alfonso Martínez recibió la propuesta de Convenio de Coordinación Intergubernamental en Materia de Seguridad Pública, pese a que Alfredo Ramírez ha señalado desde hace meses, que el alcalde se ha negado a firmarlo.
- El secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, calificó de mentiroso e inmaduro a Martínez Alcázar, argumentando que desde noviembre del año pasado se reunieron y le entregó la propuesta de Convenio de Seguridad.
- En rueda de prensa del pasado lunes 17 de abril, Alfredo Ramírez presumió que su gobierno tiene buena coordinación con 80 ayuntamientos y que eso ha permitido que disminuya la inseguridad en la entidad, mientras en Morelia se agudiza; con lo que evidenció que no hay trabajo coordinado y estratégico con el alcalde capitalino.
- En respuesta, Alfonso Martínez realizó evento público para anunciar el “plan de aceleración de la estrategia de seguridad”, con lo que dejó claro que no piensa entregar la Policía de Morelia al gobierno estatal; aunque habló de presentar una contrapropuesta en 15 días.
- Además, el alcalde capitalino ha defendido que sí hay coordinación, a grado tal, que la Policía Morelia ha llegado primero a respaldar a la Fiscalía estatal y al Ejército.
Como se observa, las señales son lamentables. No se aprecia voluntad para trabajar en equipo, por lo menos en el tema de garantizar seguridad a los morelianos. Todo indica que cada nivel de gobierno realizará sus esfuerzos como mejor les parezca.
Vale destacar que la propuesta de Convenio de Coordinación que mandó el gobierno estatal pretende quitarle todo el control de la Policía Morelia al presidente municipal, recursos humanos y materiales, decidir cómo se emplea el presupuesto, pero que responda por ello el Ayuntamiento.
Alfonso Martínez ya enfrentó una situación similar en su anterior gobierno municipal, cuando Silvano Aureoles estaba al frente del Solio de Ocampo, y se aguantó. Así que todo indica que nuevamente dará la batalla, con todo lo que eso implicará para su administración y por supuesto, con todo lo que implicará para los morelianos.
Que no se pierda de vista que, en política, la forma también es fondo. Señalo esto porque se acabaron los apapachos entre Alfredo y Alfonso, dejaron de desayunar juntos en los portales de Morelia y de tomarse fotos que circulaban por todos lados manifestando que trabajarían en equipo. La guerra electoral comenzó.
En medio de estas circunstancias, sería saludable que el gobernador y el presidente municipal retomaran la forma y el fondo. Deberían sentarse y alcanzar un acuerdo donde ganen ambos, pero en especial, donde ganen los ciudadanos. Y sí, tomarse la foto y darse un fuerte abrazo, pero, sobre todo, mandarle un claro mensaje a sus correligionarios y compañeros de gabinete, para que saquen la seguridad de la grilla.
Lamentablemente hoy no hay señales de que algo así pueda suceder, las evidencias obligan a concluir que la seguridad en Morelia está politizada, y lamentablemente, así va a seguir.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
@CarlosMonge21
