“La cometa se eleva más alto en contra el viento, no a su favor”. Winston Churchill (1874 – 1965) Político, militar, escritor y estadista británico.
La alanza opositora “Va por México” anda mal y de malas. En aras de adelantarse a Morena y sus aliados en la búsqueda del candidato presidencial, optaron por violentar las leyes electorales con evidentes actos anticipados de campaña.
Las dirigencias del PRI, PAN y PRD decidieron seguir el juego de Andrés Manuel López Obrador, quien había optado por poner al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) contra las cuerdas.
Respetar los tiempos electorales parecía una mejor decisión, les daría la posibilidad de insistir ante los órganos electorales para que sancionaran a la corcholata ganadora de la precampaña que puso en marcha Morena por mandato del inquilino de Palacio Nacional. Optaron por ratificar que son iguales y que confían en que no habrá sanciones por los actos anticipados de campaña.
Para colmo, el tiro les ha salido por la culata. En su acelere, no lograron la claridad ni la contundencia suficientes en el proceso interno que provocara unidad y convocara a la mayoría de los suspirantes, así que ya se bajaron varios y adolecen de alguna opción apartidista y disruptiva que pueda amalgamar a los partidos opositores y en especial, a los ciudadanos hartos del gobierno corrupto y de fracasos que encabeza López Obrador y su Morena.
Tan mal iniciaron la búsqueda de su candidato, que hasta varios integrantes originales del Consejo Electoral Ciudadano que organizará una “consulta nacional”, renunciaron porque cambiaron las reglas que habían pactado sin previo aviso. Tuvieron que buscar suplentes.
De momento la caballada opositora parece flaca. El candidato que resulte ganador será sin duda, un clásico político de tiempo completo, de los que han causado hartazgo ciudadano.
Este contexto permite elucubrar que en la boleta del 2024 aparecerán 3, 4 o más candidatos, considerando que Movimiento Ciudadano mantenga su palabra y necedad de ir solo, lo que facilitaría el triunfo de la corcholata.
Lo cierto, es que el temporal político y gubernamental está mal y tiende a empeorar para los ciudadanos, ante la ausencia de estadistas, o ya de menos, de dirigentes partidistas capaces de provocar una alternativa clara, contundente, disruptiva y emocionante, para competirle a López Obrador, su corcholata y su Morena.
De momento, todo indica que de la contienda corrupta y que violenta las leyes electorales que ha puesto en marcha Morena y sus aliados, saldrá el próximo presidente de México.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.[email protected]
