“Los más viles ejemplares de la naturaleza humana se encuentran, en todas las épocas, entre los demagogos”. Thomas Macaulay (1800–1859) Historiador inglés.
Como se esperaba, la descentralización del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) resultó más atole con el dedo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla ha consumido sin chistar y replicando con una fe a ciegas.
El terreno donde se ubicaba el CERESO Francisco J. Múgica, localizado sobre la salida a Mil Cumbres de Morelia, fue desincorporado del patrimonio estatal por el Congreso local el 26 de mayo del 2022, para entregarlo como “dación de pago” al adeudo que había heredado el gobierno morenista, con una cláusula que estableció que si en 3 años no iniciaba el proyecto regresaría a la propiedad del estado.
Si bien el plazo no ha vencido, el secretario de Finanzas, Luis Navarro García informó que tras pagar poco más de 2 mil 500 millones de pesos que se adeudaban al IMSS se ha recuperado el terreno y ahora debe analizarse “si se le puede dar otro uso, un uso que podamos disfrutar todos los morelianos, no venderlo, no lucrar con él, sino algo que podamos disfrutar todos”.
El par de mitómanos gobernantes, federal y estatal, de la que ellos llaman “cuarta transformación”, no tuvieron empacho en prometer que la descentralización del IMSS sería una realidad, como tampoco lo han tenido en la “Federalización de la Nómina Magisterial”, de la que ambos han señalado que ya es una realidad. Claro, también es mentira.
Durante la presentación del “Plan de Apoyo a Michoacán” el 9 de octubre 2021, cuando recién asumió la gubernatura Ramírez Bedolla, el inquilino de Palacio Nacional hizo, entre otros, los siguientes compromisos:
- “Por la pandemia no se pudo concretar el compromiso de trasladar al Instituto Mexicano del Seguro Social a Morelia, pero ya aquí está el director del Seguro Social, Zoé Robledo, ya habló con el gobernador y a más tardar el año próximo ya está la sede del Seguro Social, no una oficina, no una delegación del Seguro Social”.
- “Y lo digo para que se escuche bien, se escuche lejos: no es tener una oficina en Morelia y seguir despachando en la Ciudad de México, no, es tener la sede del Seguro Social en Morelia, como debemos de cumplir con el compromiso de tener la sede de cultura en Tlaxcala y el compromiso de tener Pemex en Ciudad del Carmen, Campeche”.
- “Hemos convenido con Alfredo de que se va a tener una sola nómina y que se va a federalizar toda la nómina de los maestros michoacanos, y ya no se va a enviar el dinero. Aunque Alfredo es un hombre honesto, muy distinto a otros, de todas maneras, ya no va a haber intermediarios, se le va a entregar de manera directa a la maestra, al maestro su salario, al trabajador de la educación. Ese es el acuerdo que estamos tomando”.
- “Y nos hacemos cargo de que los adeudos los va a absorber el gobierno federal, para que nos pongamos al corriente y nunca más le vuelvan a faltar los sueldos a los maestros de Michoacán. Ese es el compromiso”.
Tras semejante verborrea de López Obrador acompañado de la mayoría de los integrantes del gabinete federal, Ramírez Bedolla se ilusionó, consumió todo el atole que le dieron.
Hasta ahora, sometido al poder y con total ausencia de dignidad, ha sido incapaz de reconocer que lo engañó el inquino de Palacio Nacional, que la federalización de la nómina no será y tampoco la descentralización del IMSS.
Tras la verborrea que acabamos de recordar, Ramírez Bedolla empezó un trabajo de convencimiento entre diputados, sectores productivos y medios de comunicación, de que ahora sí llegaría la dirección general del IMSS a Morelia.
Todavía en el portal del gobierno estatal en internet se puede leer que el 11 de junio de 2022 Alfredo Ramírez afirmó que llegarían “aproximadamente 10 mil trabajadores” y que representaría “la generación de empleos más importante para Michoacán en los últimos 50 años”.
Hasta la secretaria de Desarrollo Urbano y Movilidad, Gladys Butanda Macías explicó que “entre los avances del proyecto están trabajos preliminares con la UMSNH sobre estudios geofísicos, de zonificación sísmica, de impacto ambiental y urbano, movilidad, viabilidad mecánica de suelo, entre otros”, señala el documento.
Pero todo ha quedado en verborrea, promesas incumplidas y repetición de mentiras.
El secretario de Finanzas, Luis Navarro señaló que entiende “que el Consejo Consultivo del IMSS que sesiona cada determinado tiempo lo subían en la orden del día y lo bajaban, lo subían, lo bajaban, y nunca le autorizaron al director general que recibiera en dación de pago el terreno”.
Le quedan 68 días al gobierno de López Obrador, y aunque parecen una eternidad, no alcanzan ni para descentralizar al IMSS ni para federalizar la nómina del magisterio michoacano. Y, sin embargo, difícilmente habrá autocrítica, reconocimiento de los compromisos incumplidos.
Tampoco lo escucharemos de Alfredo Ramírez Bedolla, puede más el sometimiento al poder que la dignidad de la clase política en este país, más aún si hablamos de la mezcolanza llamada Morena.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.