“Las deudas son como cualquier otra trampa en la que se es muy fácil caer, pero de la que es dificilísimo salir”. George Bernard Shaw (1856 – 1950) Escritor irlandés.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla calificó como neoliberales, corruptos e irresponsables a los políticos que desde el gobierno adquieren deuda de largo plazo.
En su discurso para presentar iniciativa de Reforma Constitucional para prohibir que gobiernos estatales y municipales contraten deuda que exceda su administración, una vez más aprovechó para insultar a políticos que como Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, fueron los principales culpables de comprometer las finanzas estatales.
“Hace 20 años, antes de que yo asumiera la responsabilidad de gobernar Michoacán por supuesto, la deuda pública era una bola de nieve descontrolada. Crecía, aplastaba presupuestos, hipotecaba el futuro y servía de excusa perfecta para no invertir en la gente. Se gobernaba con deuda y se normalizaba el saqueo.”.
Ya en otro momento los había calificado de tarugos y corruptos. Sin duda, tiene razón. Lo que se le olvida, es que esos políticos a los que insulta gobernaron desde una presunta izquierda antineoliberal.
Fueron gobiernos con políticos del PRD que hoy en su mayoría están en Morena, los que endeudaron a Michoacán y dejaron gigantescas sospechas de corrupción con cero resultados en la rendición de cuentas.
Los argumentos de Ramírez Bedolla para descalificar a los que contratan deuda de largo plazo alcanzan también a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo. El tabasqueño recibió una deuda total acumulada en las administraciones federales del PRI y PAN por 10.5 billones de pesos, pero en los 6 años de su administración y lo que va de su corcholata, ya doblaron esa deuda.
Así que, de manera implícita y según los argumentos del gobernador de Michoacán, López Obrador y Sheinbaum Pardo son corruptos, irresponsables y neoliberales.
En Palacio de Gobierno, Ramírez Bedolla destacó que su administración rompió con el “mito neoliberal” de que para hacer obra era necesario solicitar deuda y comprometer recursos futuros:
“Hoy rompemos ese mito neoliberal, un engaño, la deuda de largo plazo. Nos mintieron porque nos decían economistas neoliberales y gobiernos disciplinados a esa idea, que no había posibilidad de desarrollo, que no era posible construir infraestructura si no endeudábamos al Estado de Michoacán. La deuda se convirtió en una forma silenciosa de corrupción, de vulneración de los principios más elementales del poder público”.
La iniciativa de Reforma Constitucional para prohibir la deuda de largo plazo a las administraciones estatal y municipales, seguramente será aprobada por la Septuagésima Séptima Legislatura en cuanto inicie su próximo periodo ordinario de labores.
Donde podría encontrar la negativa es con los ayuntamientos ante las enormes dificultades financieras que enfrentan, siempre y cuando, esta vez se manifiesten.
De lograrse, Ramírez Bedolla tendrá un importante elemento para presumir en lo que resta de su administración. Le queda el reto de acabar las obras multianuales comprometidas que ya acumulan importantes retrasos, que queden razonablemente bien, funcionales y pagadas.
Por lo pronto y ante la deuda de largo plazo que todavía supera los 22 mil millones de pesos, la propuesta de Ramírez Bedolla es en términos generales saludable. Veremos si las circunstancias le favorecen para que en lo que resta de su gobierno no vaya a enfrentar una complicación que lo obligue a recular.
Y claro, el político que encabece el Solio de Ocampo a partir del 2027 tendrá la posibilidad de volver a reformar la Constitución para permitir el endeudamiento de largo plazo.
Los enormes pendientes que prevalecen son la transparencia y rendición de cuentas. Alfredo Ramírez ha trabajado para dejar a sus amigos y empleados en todas las áreas encargadas de la fiscalización del erario. El caso más grotesco está en la Auditoría Superior de Michoacán, donde despacha su compadre Marco Antonio Bravo Pantoja.
Así que, a menos que llegue a la gubernatura un enemigo de Ramírez Bedolla que indague y procure la rendición de cuentas, los ciudadanos seguiremos cargando enormes sospechas de corrupción del actual gobierno, que, si bien ha hecho obra pública, parece que prevalecen los sobreprecios para el clásico moche, basta checar que presumen hacer una cancha de fútbol 7 con una inversión de 5 millones de pesos, casi el doble de lo cuesta hacerla con dinero privado.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.



