“La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas”. Albert Camus (1913-1960) Escritor francés.
El nuevo dirigente de Morena en Michoacán, Jesús Mora González, presume sin rubor alguno ser un admirador de los dictadores venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Tras los fraudulentos comicios que se desarrollaron este año en Venezuela, Mora González presumió una selfie con el represor Maduro para felicitarlo por “una victoria del pueblo” con la arenga “¿Chávez vive! ¿La patria sigue!”
Cuestionado al respecto en el programa Los Demonios Sueltos, Jesús Mora reconoció su admiración por estos personajes y argumentó que no los considera dictadores.
La información sobre la dictadura venezolana y las terribles consecuencias que ha provocado están al alcance de todos, así como las evidencias del fraude electoral que ha difundido la oposición y han señalado observadores electorales internacionales
Sólo países como Rusia, China, Corea del Norte y Cuba se atrevieron a respaldar al dictador tras los comicios, la gran mayoría de países del mundo optaron por reconocer la victoria de Edmundo González Urrutia o de menos, pedir que se repitieran con transparencia y respeto a la decisión en las urnas.
Para muchos podría resultar totalmente intrascendente la admiración de un dirigente estatal de Morena por los dictadores, pero al final, es una más de las señales, otra que podrían menospreciar, como antes se menospreció que Andrés Manuel López Obrador mandara al diablo a las instituciones.
La realidad en México es que, durante su gobierno, el tabasqueño inició la destrucción de los contrapesos del poder y las instituciones democráticas.
Peor aún, Claudia Sheinbaum Pardo, ya instalada en Palacio Nacional, sigue obediente a las instrucciones de López Obrador y aunque a ratos quiso recular, no se lo ha permitido, así que, se sumó a la destrucción del Poder Judicial y de los organismos autónomos.
No perdamos de vista que por insignificante que algo nos parezca, todo comunica, así que, un dirigente de Morena en Michoacán enamorado de dictadores, algo dice, algo significa y algunas consecuencias sumará. ¡Qué nadie se diga sorprendido!
¿Unidad en Morena?
Por lo pronto, el experredista Jesús Mora, vinculado en prácticamente toda su trayectoria política con Carlos Torres Piña, actual secretario de Gobierno en Michoacán, tratará de unificar a un Morena de tribus, copia del moribundo Partido de la Revolución Democrática.
Los esfuerzos de unidad seguramente se enfocarán en lograr que se soporten las dos facciones hegemónicas al interior del partido guinda estatal, la que comandan el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla con Carlos Torres y por la contraparte, el actual senador Raúl Morón Orozco y Leonel Godoy Rangel.
Es tal el encono, que tuvo que venir Claudia Sheinbaum a poner orden, a pedirle al grupo perdedor y que impulsó a la diputada local Itzé Camacho Zapiain, que se aguantaran, que ya no impugnaran los resultados pese a que denunciaron coacción de consejeros, quienes tuvieron que mostrar su voto a favor de Jesús Mora, para mantener o ganar alguna ventaja.
Y claro, la victoria, “haiga sido como haiga sido”, es de Alfredo y Carlos, el gran perdedor de esta batalla es Raúl Morón. No le alcanzó el levantar heridos, tampoco el manejarse como el que aventaja en la candidatura al gobierno de Michoacán para el 2027.
Pudieron más las ventajas que ofrece el poder en turno, la chambita, la promesa o alguna recompensa inmediata.
Por lo pronto, está claro que la guerra sigue, que Ramírez Bedolla y Morón Orozco no se soportan, y, sin embargo, fue de tal tamaño el llamado de atención de la Doctora, las misma que comprometió que no se metería en temas de partido, que el dirigente enamorado de dictadores y el actual senador, se tomaron una foto juntos.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
