El paso de los años no ha logrado aliviar el dolor de quienes perdieron un ser querido o resultaron afectados por el atentado terrorista del 15 de septiembre en Morelia, quienes de nueva cuenta acudieron al lugar donde su vida cambió totalmente en 2008.
Por primera vez desde entonces, el homenaje en recuerdo a las víctimas del granadazo inició a las 7:30 de la mañana, en el cruce entre Madero y Quintana Roo. En el sitio, explotó la segunda granada de fragmentación que arrebató la vida al señor Alfredo Sánchez y a Gloria Álvarez Bautista, de 34 años de edad, que dejó una familia devastada.
La mujer era madre de 1 mujer y 2 varones, uno de ellos de apenas 3 meses de edad, que este 15 de septiembre acudieron a recordar la memoria de mamá con una foto, varios arreglos florales y unas velas.
Un nutrido grupo de víctimas, acudió en acompañamiento de Rafael Bucio, quien en silla de ruedas, recordó a Gloria; Rafael perdió una pierna también a causa de las heridas que sufrió en la fatídica fecha.
El comisionado de Atención a Víctimas, Josué Mejía y el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar se sumaron a la solidaridad y los acompañaron después a la plaza Melchor Ocampo, donde el acto oficial fue encabezado por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, con el izamiento de la bandera a media asta.
El mandatario estatal y el alcalde capitalino realizaron luego la guardia de honor en el lugar donde cayó la primera granada de fragmentación; con el dolor del recuerdo a cuestas se sumaron víctimas y familiares visiblemente afectados, quienes pidieron de manera discreta a Ramírez Bedolla una reunión.
“Nos vamos a reunir ¿sale?”, les aseguró el Ejecutivo a unos pasos de los medios de comunicación.
Muchos eran niños cuando fueron alcanzados por la granada de fragmentación y han optado por no asistir a la conmemoración debido al gran dolor que les provoca; para otros deben ser fechas que no se olviden, porque las afectaciones físicas, emocionales y psicológicas son permanentes.
Guadalupe Hernández Arreola, resultó lesionada junto con su esposo y su hija; cada año en esta fecha se remueven los sentimientos y las heridas, totalmente incapacitantes, luego de que las esquirlas se incrustaron en el nervio ciático.
Se encontraba a un metro de donde explotó el artefacto y en la actualidad, enfrenta la falta de medicamentos y con ello la angustia de enfrentar los fuertes dolores sin nada que los alivie.
Las rosas rojas y blancas cubrieron el memorial que se edificó en la plaza Melchor Ocampo, donde los recuerdos se remueven y el dolor escapa poco a poco, pese a la multitud que se arremolinó junto a los funcionarios y luego los dejó solos con el recuerdo.
Jesús Vázquez Silva, acudió en silla de ruedas; la mujer perdió la pierna izquierda por la gravedad de las heridas que sufrió esa noche; enfermera de profesión perdió toda posibilidad de retomar su vida laboral y ahora exige a la autoridad no olvidar esa fecha.
Afirma que no deben verlos como personas que reciben “un montón de dinero” y que con ello quedan satisfechas sus necesidades.
De acuerdo a las cifras oficiales, esa noche murieron 8 personas y 94 resultaron heridas por las granadas de fragmentación.