Este año, el Premio Nobel de Física fue otorgado a John Hopfield y
Geoffrey Hinton, dos científicos que, aunque probablemente no sean muy
conocidos, han hecho posible que muchas de las tecnologías
actuales funcionen de maravilla, algo que conocemos como inteligencia
artificial
Un ejemplo de esto, son los avances en las llamadas redes neuronales
artificiales, gracias a las cuales los asistentes virtuales como Siri o Alexa
pueden entender comandos de voz, y plataformas como Netflix (entre otras)
pueden recomendar contenido personalizado.
Las redes neuronales son sistemas informáticos inspirados en el
funcionamiento del cerebro que “aprenden” y reconocen patrones en una
inmensidad de datos. Estos avances permiten que tecnologías cotidianas sean
más inteligentes y útiles en nuestra vida diaria.
Siri, Alexa y la inteligencia artificial en el hogar.
Estos asistentes virtuales, que reconocen la voz y realizan tareas como
poner música o dar el clima, utilizan redes neuronales entrenadas con millones
de ejemplos de voz.
Gracias a estos avances, los asistentes pueden adaptarse a diferentes acentos
y mejorar con el tiempo.
Netflix, YouTube y el contenido personalizado.
Plataformas como Netflix y YouTube utilizan redes neuronales para
analizar los hábitos de los usuarios y ofrecer recomendaciones personalizadas,
mejorando así la experiencia de uso y ayudando a mantener a los usuarios
enganchados con el contenido.
Reconocimiento facial y de huella digital en dispositivos móviles.
Los teléfonos que utilizan reconocimiento facial y de huella digital son
otro ejemplo de cómo las redes neuronales artificiales pueden analizar
características faciales y desbloquear dispositivos con precisión, algo que no
sería posible sin los avances de los dos científicos galardonados con el Premio
Nobel de Física de este 2024.
Impacto en la medicina.
Más allá del entretenimiento, estas tecnologías también tienen
aplicaciones importantes en la salud.
Las redes neuronales son utilizadas en hospitales para analizar imágenes
médicas, ayudando a los médicos a detectar enfermedades de forma más
rápida y precisa, gracias a su capacidad de reconocer patrones en radiografías
o resonancias magnéticas.
El Premio Nobel de Física 2024 distingue avances que, aunque puedan
parecer técnicos, ya están profundamente integrados en nuestra vida diaria.
Desde asistentes virtuales hasta plataformas de entretenimiento y diagnósticos
médicos, los descubrimientos de John Hopfield y Geoffrey Hinton han
transformado la forma en que interactuamos con la tecnología en beneficio y
mejora de nuestra calidad de vida.
La próxima columna tratará sobre el Premio Nobel de Química de este año,
espere la próxima entrega.
Saludos cordiales.