La insulina es una sustancia que se produce en el páncreas y su función es muy importante, pues, se encarga de que nuestro cuerpo aproveche el azúcar que consumimos de los alimentos.
El descubrimiento de esta sustancia marcó un antes y un después en la historia de la medicina, pues es considerado como un fenómeno científico sin precedentes para su tiempo, pues a partir de ello, se sentaron las bases sobre el entendimiento integral de la diabetes.
A continuación, le describiré un poco sobre este importante acontecimiento:
A finales del año 1920, el médico canadiense Frederick Grant Banting, aseguraba no sentirse atraído por la investigación científica, sin embargo, en una ocasión leyó un artículo sobre “las patologías del páncreas y su relación con la diabetes”, lo cual, le llamó demasiado la atención.
Motivado por aquel artículo, Banting decidió comenzar una travesía en la investigación científica, misma que lo llevó en solo dos años, a ganar el Premio Nobel de Fisiología y Medicina.
Sus primeros experimentos consistieron en extirpar el páncreas a perros, para averiguar si este órgano es el responsable de mantener las concentraciones de azúcar en la sangre.
Frustrado por no obtener resultados claros en sus primeros experimentos, Banting decidió conjuntar sus esfuerzos científicos con el médico sueco John James Richard MacLeod, quien ya había tenido resultados favorables que permitieron realizar extractos de páncreas para inyectarlos en animales de laboratorio, con la finalidad de observar los efectos en las concentraciones de azúcar tanto en la sangre como en la orina.
Los resultados eran muy alentadores, no obstante, uno de los principales inconvenientes era el obtener extractos “puros” y que no transmitieran enfermedades infecciosas a los perros en los que experimentaban.
A finales de 1921, Banting y MacLeod, demostraron la presencia de lo que llamaron “isletina”, sustancia que al ser inyectada en la sangre a los perros sin páncreas, observaron que, efectiva y eficazmente les disminuía la concentración de azúcar en estos animales de experimentación.
Después de haber reproducido sus resultados, el 30 de diciembre de 1921, Banting dio una conferencia con el título: “Beneficios de ciertos extractos pancreáticos en la diabetes” en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Fisiología en New Haven EUA.
El descubrimiento fue muy bien recibido por la comunidad científica, provocando que muchos investigadores se dedicaran a obtener extractos similares al de Banting y sus colaboradores buscando la cura de la diabetes.
No obstante, el enero de 1922, Leonard Thompson, un adolescente de 14 años que padecía diabetes, fue el primer paciente en recibir la isletina proveniente de las investigaciones de los laboratorios de Banting.
Los ensayos clínicos pronto se extendieron en Canadá, Estados Unidos, Escocia, Inglaterra y Alemania, obteniendo siempre resultados favorables para los pacientes con esta enfermedad.
Con base en estos avances científicos (considerados muy rápidos para su época) y los beneficios que trajeron a la humanidad, el Comité del Premio Nobel decidió otorgarles el Premio Nobel de Fisiología y Medicina a Banting y MacLeod en diciembre de 1923 por el descubrimiento de la isletina (ahora conocida como insulina).
A partir de 1924, el estudio de las causas de la diabetes, así como las explicaciones biológicas del por qué sucede, cómo evoluciona y cuáles son sus complicaciones, ha avanzado tanto que, en la actualidad es posible sobrellevar la enfermedad si se tiene una adecuada identificación, manejo y tratamiento.
Con base en este descubrimiento, los aficionados al estudio de la diabetes, este próximo diciembre, celebraremos los primeros 100 años de tan importante descubrimiento en las ciencias médicas.
Quedo pendiente y atento de sus comentarios.
P.D.: Recuerde checar sus concentraciones de glucosa antes de iniciar con los festejos decembrinos.
