Tras descartar improvisaciones o contubernios con el crimen organizado, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, criticó que la anterior administración permitiera que delincuentes bloquearan por meses carreteras en los municipios de Apatzingán, Aguililla, Coalcomán y Tepalcatepec, donde sus habitantes vivían en la zozobra.
Afirmó que encabeza un gobierno “sin compromisos inconfesables ni complicidades” que ya firmó acuerdos de seguridad con los municipios, con lo que logró disminuir la incidencia delictiva de alto impacto en más del 17%
Reconoció que la inseguridad es uno de los problemas que más vulnera la vida de las personas y en consecuencia una de las principales demandas por lo que consideró incomprensible que se haya dejado agravar el tema de las barricadas, por “ausencia del estado”.
“No entendemos cómo dejaron que se agravara una situación tan delicada, hasta llegar a que se establecieran casi 80 barricadas que impedían el desarrollo de las comunidades, el derecho a la educación, e incluso a los servicios médicos”.
Señaló que los michoacanos fueron abandonados a su suerte y se acrecentó la migración forzada, que por primera vez se atiende con políticas públicas especiales y con acciones de acompañamiento, para que tengan un retorno seguro a sus lugares de origen.
Ramírez Bedolla aseguró que tras la intervención de las fuerzas de seguridad federales y estatales, se recuperó el derecho al libre tránsito, así como el restablecimiento del acceso a la salud y educación, con lo que establecieron las bases para recuperar la paz, la gobernabilidad y el bienestar de los municipios.