A raíz de los distintos pronunciamientos sobre las presuntas irregularidades e intervención del crimen organizado en el pasado proceso electoral, el coordinador del Colegio de Economistas de Michoacán, Heliodoro Gil Corona, avizoró un panorama complejo en materia económica, ante una inestabilidad e incertidumbre política y social que se vive en el estado.
Destacó entre las principales consecuencias, la disminución del Producto Interno Bruto (PIB) del 2.5% al 1.5%; la generación de empleos formales que bajaría de 9 mil 650 plazas a 5 mil 200 y un incremento de la pobreza laboral de 36.3% a 38%.
“Cuáles son las consecuencias macroeconómicas que estamos avizorando, un crecimiento del Producto Interno Bruto Estatal que bajaría del 2.5% a 1.5%, generación de empleo formal que bajaría de 9 mil 650 plazas formales a 5 mil 200, un incremento de la pobreza laboral de 36.3% a 38% y una transición de entrega-recepción en medio de pugnas, opacidad, recriminación y el ocultamiento de información administrativa y financiera”.
El economista agregó que se prevé un clima adverso para atraer inversiones nacionales y extranjeras, una marginal inversión pública estatal y federal, la agudización de pasivos presupuestarios y crisis en el sistema de pagos a partir de la segunda quincena de septiembre.
Sin embargo, en contra parte, refirió que de lograrse una transición de gobierno estable, se podría concluir este año con un crecimiento económico del 2.5%, incluso para el 2022, se pudiera registrar una fase de mayor incremento y llegar al 3.5%.
“De suceder en esta transición con esta inercia que trae la economía de Michoacán, estímanos un crecimiento económico en el presente año de 2.5% y que en el 2022 puede incrementar a 3.5% recordando que sea un escenario de transición estable”.
Ante los lamentables tiempos de conflictos políticos en el estado, expresó que los michoacanos padecerán los intereses particulares de la clase política en el poder.