A 30 años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993, integrantes del Movimiento juvenil católico “Luz y Esperanza” demandaron “ni uno más” a las autoridades y a los grupos antirreligiosos, ya que durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, suman un total de 70 religiosos asesinados sin que haya ninguna persona castigada por los crímenes.
En conferencia de prensa, el coordinador estatal del movimiento, Jorge Garibay Torres denunció que mientras la autoridad presume que hay libertad religiosa, los asesinatos siguen impunes.
“Hoy 70 personas olvidadas, 70 procesos que no se han concluido, ¿esto es México? Dónde en sus leyes se respeta la libertad religiosa, pero fuera de ella asesinan y desaparecen fieles. La persecución religiosa a la que nos referimos no es solamente la que se vivió hace 3 décadas. La violación a la libertad de creencias es actual”.
En el atrio de la Catedral de Morelia, detalló que la violación a la libertad de creencia es evidente y puso como ejemplo que tan solo esta semana, en Michoacán se registró el asesinato del sacerdote, Javier García Villafaña en Huandacareo y el atentado dónde casi pierde la vida, el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez, al ser atacado con un cuchillo en plena misa.
Señaló que a esto, se suman hechos en los que se han incendiado y profanados iglesias, como es el caso de Sahuayo, en la parroquia de San José de Veracruz.
Aseguró que ante la evidente inacción del Estado mexicano no solo hay una persecución religiosa, sino también política de algunos gobiernos, como el de López Obrador.
“Persecución política claro, de algunos gobiernos, por interese, pero también por cuestiones de colectivos antirreligiosos, de personas en general, tristemente es algo que se vive. Podemos hablar de muchos gobiernos, esto empezó hace 30 años con el gobierno de Salinas y actualmente tenemos López Obrador, que tiene números muy tristes”.
En el caso de la administración que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla, denunció que tras el asesinato de sacerdote en Huandacareo, “no hay mano del gobierno para proponer seguridad”.