Un total de 424 elementos de seguridad pública realizaban funciones de escoltas, acompañamiento, choferes, asistentes, secretarios particulares y hasta empleados domésticos de ex funcionarios estatales o empresarios; cifra que supera el número de elementos que tiene la policía municipal en Morelia o en Zamora.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, señaló que de esta cifra, 186 elementos estaban directamente resguardando a su antecesor Silvano Aureoles Conejo y a su familia.
Precisó que 25 policías estaban con presidentes municipales; 24 asignados a diputados, otros cuidaban a ex gobernadores, ex funcionarios estatales y hasta empresarios, por lo que pidieron a todos los elementos que se reintegren a sus labores de vigilancia ciudadana.
“De estos, ya pedimos que todos, estos 424 elementos que realizaban labores de escoltas, choferes, asistentes particulares, empleados domésticos, funciones administrativas, de todo había, ya les pedimos que se presten a sus funciones normales, 32 escoltas estaban asignados al director del Instituto de Estudios y Profesionalización Policiaca”.
Sin embargo, Ramírez Bedolla rechazó revelar los nombres de los beneficiados con la seguridad personal, para no poner en riesgo su integridad física, al señalar que no se busca hacer “escarnio”, sino informar correctamente de este tema.
“Tampoco dar datos personales que puedan poner en riesgo a personas que por algún motivo tenían escolta, vamos a evitar cualquier situación de ese tipo, tampoco para hacer escarnio, sólo es para informar correctamente de que este tema era indebido, porque había más policías cuidando a funcionarios que cuidando Morelia o Zamora, entonces vamos a reorganizar este tema”.
Señaló que se trabaja en el reglamento, en el que se precisará el listado de funcionarios que requieren escoltas, entre los que destacó al gobernador y a los secretarios de Seguridad Pública y Gobierno.
De igual forma, informó que sólo 76 elementos se han reincorporado a sus funciones como policías preventivos, por lo que el resto podría incurrir en un delito, ya que portan un arma oficial.
