Morelia, Mich..— El dirigente estatal del PRI y diputado local, Guillermo Valencia Reyes, calificó como “lamentable y grave” el asesinato del líder limonero Bernardo Bravo Manríquez, ocurrido en Apatzingán, y solicitó formalmente al Congreso del estado cancelar la sesión solemne prevista para el próximo 22 de octubre en ese municipio, en señal de protesta y solidaridad con la familia del activista.

“Apenas la semana pasada hablábamos de las manifestaciones que los limoneros realizaron para alzar la voz por los precios del limón, y yo lo mencioné: había que reconocerles que se atrevieron a actuar aun sabiendo el riesgo que corrían por la opresión que ejerce el crimen organizado sobre ellos. Bernardo Bravo, además de líder limonero, era un activista social que se hacía sentir, que estaba formando un liderazgo fuerte con todos los limoneros, y hoy apagan una voz”, expresó.
Valencia Reyes aseguró que el crimen refleja la falta de condiciones de justicia y seguridad en la región, y cuestionó que se pretenda celebrar una sesión solemne en un territorio donde dijo el crimen impone su ley.
“Parece que en Michoacán ya no se puede protestar, que ya no se puede alzar la voz porque te asesinan. No hay condiciones, no sólo de seguridad, tampoco de justicia. La muerte de Bernardo no es una muerte más, es una exigencia de justicia. Vamos a conmemorar los ideales de Morelos en una zona donde los delincuentes imponen su ley, donde los limoneros son prácticamente esclavos del crimen, y donde un líder que se atreve a actuar y protestar es asesinado. No hay absolutamente nada que celebrar”, afirmó.
El legislador priista informó que ya se comunicó con la coordinadora del grupo parlamentario del PRI, Adriana Hernández Huirache para solicitar de manera formal la suspensión del evento.
Asimismo, advirtió que el asesinato de Bernardo Bravo Manríquez evidencia el control del crimen organizado en la región limonera, y lamentó que las demandas sociales sean respondidas con violencia en lugar de atención institucional. “En lugar de tener eco en el gobierno, tuvo eco en los criminales, y lo silenciaron. Esto es lamentable”, dijo.
Valencia Reyes señaló que en Apatzingán y municipios vecinos prevalece un clima de consternación y miedo, en medio de ataques con drones, desplazamientos forzados y constantes enfrentamientos entre grupos armados.
“La muerte de Bernardo indigna, pero también la de los jornaleros, maestros, militares que mueren por drones o minas terrestres, y los pueblos desplazados por la violencia. Esto es grave, y por eso insisto: debe suspenderse la sesión solemne del Congreso”, subrayó.