A conflictos políticos “diferentes” y no al crimen organizado, atribuyó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, la problemática que enfrentan los ayuntamientos de Penjamillo y Aguililla, por lo que llamó al Congreso de Michoacán a mantenerse “atento” en caso de requerirse su intervención para la desaparición de poderes.
En el caso de Penjamillo, donde 4 regidoras y la síndica huyeron junto con sus familias tras ser amenazadas, amedrentadas y golpeadas por hombres armados para atender los requerimientos de la alcaldesa, Xóchitl del Río Carranza, el mandatario estatal aseguró que su administración busca que “no siga subiendo de tono”.
No obstante, reconoció que hay un conflicto político fuerte y también de seguridad que se tiene que atender, pero afirmó que “gobernabilidad hay”.
Ramírez Bedolla, explicó que, en Aguililla, donde “desaparecieron” 3 millones de pesos de las cuentas municipales el pasado 15 de septiembre, “hay un delito financiero que se investiga por parte de la Fiscalía”.