Pese a señalar que los índices de inseguridad han bajado en ambos estados y que son hechos estridentes los que hacen parecer lo contrario, los gobernadores de Michoacán y Jalisco firmaron convenio de colaboración para “recuperar la paz” en la zona de 250 kilómetros que comparten e implementar acciones que generen oportunidades de empleo e inversión para ir a las causas de la violencia.
En Palacio de Gobierno, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez señaló que la inseguridad ha provocado “episodios duros” en algunos puntos de las fronteras entre ambos estados, que obligan a tomar medidas extraordinarias, pero rechazó una situación generalizada de violencia y señaló que la incidencia delictiva ha disminuido 60% en 4 años.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla detalló que “se trabajará en un nuevo paradigma de seguridad pública” que contempla el combate a los grupos delictivos con estrategias que van a más allá de las balas, cero impunidad y ninguna relación con los criminales, pero además acciones comunes de bienestar, así como de atracción de inversión.
Además, aclaró que Michoacán no se encuentra en los primeros lugares de delitos de alto impacto.
Efectivamente hay hechos o acontecimientos que tienen un impacto mediático, pero en realidad estamos en el lugar 26 en índice delictivo por cada 100 mil habitantes, de alto impacto a nivel nacional.
Ramírez Bedolla informó que le planteó a su homólogo de Jalisco la necesidad de conectar por carretera al municipio de Apatzingán y Tepalcatepec, hasta Jilotlán de Dolores y Ciudad Guzmán.
En el acto protocolario, se destacó que en 2021 ambos estados encabezaron la producción agrícola, pecuaria y pesquera a nivel nacional, con un valor de casi 300 mil millones de pesos, es decir, el 20% de la actividad económica del país en esos rubros.