Este domingo cientos de morelianos, visitantes y turistas, asistieron a la Catedral de Morelia, para atestiguar la bendición de las palmas, con lo que inician las actividades de la Semana Santa.
De esta manera, la iglesia católica conmemora la entrada de Jesucristo a Jerusalén, donde fue recibido por las personas como el mesías.
En la celebración eucarística, el mensaje fue a llevar la palabra de Dios a todos aquellos que han dejado de creer o están heridos.
“Estamos en el Domingo de Ramos, nos hemos hemos venido preparando con la cuaresma para entrar en estos días santos. Y el señor nos necesita a todos nosotros para que lo llevemos a aquellas personas que se han alejado de Dios, para que lo llevemos a aquellas personas que han dejado de creer, que están heridas, que están lastimadas, que están resentidas”
Al ser está una tradición que ha pasado de generación en generación, personas acuden cada domingo de Ramos a la Catedral para participar de la actividad religiosa, como es el caso de la señora Susana, quien es originaria de Zapopan, Jalisco, y acudió con su familia a bendecir las palmas.
“Pues es tradición, finalmente desde que yo era más joven, esperábamos la procesión, nadamas que hoy es a las 12 y cómo tenemos otras cosas que hacer entonces vamos a aprovechar esta misa”
Por su parte, la moreliana Yannin García , consideró muy importante dar a conocer el significado de esta actividad.
“Yo creo que es importante que se tenga el conocimiento, porque hoy día se ha perdido mucho como está parte de las costumbres, tradiciones y el interés, es todo un conjunto de valores y de regresar el por qué”
Un claro ejemplo de que la tradición aún trascendera a generaciones futuras es la pequeña Leslie, quien se encuentra de visita a Morelia con su familia, desde el municipio de Zamora y comentó que seguirá inculcado la actividad religiosa para que no se pierda.
“Yo siento que es una enseñanza que siempre nos han dado, como a mi mamá se la han dado pues a mi también me la ha dado y pues también la sigo igual.”
Como cada domingo de Ramos, decenas de indígenas se colocaron en las afueras de las principales Iglesias para elaborar y vender las palmas.