Tras el asesinato de Jessica González Villseñor y Xitlali Elizabeth Ballesteros Heredia, el arzobispo de Morelia Carlos Garfias Merlos, advirtió que “el alarmante aumento de la muerte de mujeres por violencia de género se ha convertido en un problema de seguridad, político, social y sobre todo familiar”.
En conferencia de prensa virtual, llamó a que se castigue a quienes resulten responsables, se repare en lo posible el daño causado y se procure que estos hechos no vuelvan a suceder.
“La violencia contra la mujer constituye un ultraje vergonzoso a la dignidad humana y una grave violación de los derechos humanos fundamentales. Estas situaciones son una afrenta a los valores fundamentales que todo ser humano tiene”.
Garfias Merlos consideró necesario trabajar en la sanación espiritual de quienes sufren la pérdida de un ser querido a causa de la violencia y que, desde su punto de vista, serán capaces de perdonar con un acompañamiento adecuado.
No obstante, aclaró que esto no tiene relación alguna con el proceso jurídico que debe llevarse contra el responsable de un delito.
“Todo mundo piensa que si castigan al culpable con eso se sana la víctima y no es cierto, tenemos que aprender a acompañar espiritual y psicosocialmente, y la parte jurídica, que le toca que se conozca la verdad, hay que investigar hasta las últimas consecuencias y quien salga culpable que sea castigado como lo indica la ley”
Informó que la Iglesia tiene Grupos de Autoayuda para las Mujeres, donde se atiende a víctimas de agresiones, así como el Refugio Santa Fe, que recibe a quienes son víctimas de violencia de alto impacto, y donde actualmente se encuentran 15 familias que han sufrido este problema.