La familia de Jessica González Villaseñor, determinó retirarse de la audiencia oral de este viernes, inconforme con “todos los derechos” de los que sigue gozando Diego Urik Mañón Melgoza, quien no acudió a la sala del Poder Judicial y decidió asistir vía remota, lo que obligó incluso a cambiar la sede a los juzgados localizados en el CERESO “David Franco Rodríguez”.
Al arrancar la audiencia en la que inició el proceso para individualizar la sentencia, la mamá de la víctima, Verónica Villaseñor Ferreyra hizo pública su decisión, al señalar que pese a que ya hubo un fallo que lo confirma como el feminicida, goza de sus privilegios, mientras que el Estado no es capaz de garantizarles su integridad física.
Frente a los juzgados, aseguró que incluso requieren garantías de que efectivamente está recluido, para que no cause daño.
Flanqueada por su esposo Martín y su hijo Adrián, la mujer consideró que las leyes deben ser su mejor protección y no un policía vigilando, al advertir que siguen vulnerables ante los embates de la familia del asesino de su hija.
Al reclamo, se sumó el padre de Jessica, quien exigió a Diego dar la cara, ante los señalamientos.
Tras la asistencia a la audiencia de la comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Fabiola Alanís Sámano y el titular de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas, Josué Mejía Pineda, la mamá de la víctima aseguró que esta situación no le genera ninguna certeza, pero advirtió que les exigirán los cambios legales necesarios para subsanar todas las fallas en el sistema judicial.