Morelia, Mich.-Ante los recientes episodios de violencia política de género al interior del Congreso local, la diputada de Morena y presidenta de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Fabiola Alanís Sámano, anunció que se retomará una iniciativa que busca establecer instrumentos jurídicos y protocolos para atender, prevenir y sancionar este tipo de conductas al interior del Poder Legislativo.
En respuesta al respaldo que ofreció el dirigente estatal de Morena, Jesús Mora González, agradeció el apoyo, pero subrayó que lo esencial es construir mecanismos institucionales duraderos que protejan la participación política de las mujeres.
“Lo importante es atender preventivamente a las mujeres… poner mucha atención en la integración de un padrón de personas agresoras por violencia política de género. Se abre la posibilidad de un debate importante que debería ayudar a las mujeres de esta entidad”, señaló.
Durante su encuentro con medios, la diputada reveló que desde la JUCOPO se acordó revisar y enriquecer una propuesta previa para diseñar instrumentos legislativos efectivos, entre ellos un protocolo de atención, a fin de proteger la integridad emocional, simbólica y física de las mujeres en el Congreso.
“Vamos a ver esta iniciativa en la Comisión de Igualdad Sustantiva para diseñar instrumentos que permitan atender, sancionar y erradicar toda conducta violenta que afecte a las mujeres”, explicó.
Alanís reconoció que actualmente el Congreso de Michoacán no cuenta con un protocolo específico para atender violencia política de género, aunque sí existen normas relacionadas con el acoso y hostigamiento.
Enfatizó que el Congreso debe cumplir con la Recomendación General 23 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), que obliga al Estado mexicano a garantizar los derechos políticos de las mujeres en el ámbito público.
Respecto al uso del discurso de género con fines políticos, Alanís fue clara al señalar que se debe evitar su banalización:
“La violencia que afecta a las mujeres en tipo y modalidad no es un invento de nadie, es una realidad. Lo que no se puede es banalizar ni fundamentalizar. Hablamos de cifras, hablamos de protocolos, hablamos de perspectiva de género, que es ciencia”, dijo.
Finalmente, destacó la necesidad de diferenciar entre una crítica legítima al ejercicio público y expresiones que derivan en violencia simbólica, afirmando que hay formas de debatir sin incurrir en violencia de género: “No estamos diciendo que no se critique. Sólo pedimos que no se incurra en violencia. Hay maneras de debatir”.