El expolicía José Luis Ruiz, un hombre con 75 años de edad, denunció públicamente haber sido despedido de la Guardia Civil de Michoacán, sin pensión de por medio, luego de haber sufrido una lesión incapacitante permanente durante el ejercicio de sus funciones.
Los hechos habrían ocurrido durante una práctica de rappel en un entrenamiento táctico, cuando el hombre, hoy de movilidad limitada, cayó presuntamente de un helicóptero; aunque solicitó ser trasladado al Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), se lo habrían impedido.
“Dicen que no, que no hay nada, que no hubo reporte, pues no, no quisieron hacer reporte, ni siquiera me dejaron ir al Seguro Social, me dijeron que no, que con Lonol, que los paramédicos, que no había necesidad, que no pasaba nada”.
Sin embargo, los dolores fueron incrementando hasta que, un mes después, perdió la capacidad de caminar, según relató este viernes, durante la manifestación en que elementos de la Guardia Civil de Michoacán protestaron ante las precarias condiciones laborales en que se desempeñan.
“Pasaron diez, quince o veinte días. Al mes empecé yo que no podía caminar. Pues resulta que la columna se me desgració. Y fui al seguro, y me dijeron que, por no venir a tiempo y forma, no le podemos dar un dictamen por riesgo de trabajo”.
Por no haber asistido en tiempo y forma, habría argumentado el personal del IMSS, no se le pudo emitir este dictamen, por lo que quedó registrado que sucedió por la edad avanzada de su condición.
“No tengo dinero para curarme. El Seguro Social me dijo que, por mi edad, no me podían dictaminar por riesgo de trabajo, me dictaminaron quesque por enfermedad, por vejez, cuando me caí, todos supieron, pero, como no fui en tiempo y forma…, porque no me dejaron hacer el reporte en tiempo y forma, so pretexto de que después iban a ayudarme, me iban a ayudar, y que ellos iban a ayudar todo”.
Señaló que por esa misma razón, lo habrían dado de baja de la corporación estatal, por lo que desde el 23 de octubre del año pasado mantiene una demanda contra la institución, en el que no advierte visos de solución.
“Que yo ya estaba grande, que yo ya estaba en el Seguro Social, que ya me habíam dado una compensación. Le dije ‘¿cómo me van a dar esa pensión de 3 mil, 4 mil pesos?’ (…) Que no me corresponde, que era por vejez, por enfermedad, por viejo. Les dije, señores, yo me desgracié en la Academia, todo mundo lo sabe, ‘pero usted no se reportó en tiempo y forma, para que le dieran por riesgo de trabajo’, pues, sí, pero no me dejaron”.