La madre de Pablo, el joven de 15 años que perdió la vida por la explosión de una mina terrestre en Apatzingán, exigió una disculpa pública a las autoridades y a los medios de comunicación que difamaron la memoria de su hijo, a quien describió como un trabajador y con sueños de ser militar.
Durante su intervención, la madre manifestó su indignación por la forma en que fueron manejados los hechos, y remarcó que a pesar de la pérdida, ella siempre ha defendido a su hijo. “No me pidieron explicaciones, no fueron buenos para preguntarme qué pasó, solo vinieron a difamarlo”, expresó.

Además, la mujer se refirió a la falta de acciones por parte del gobierno en la remoción de minas, señalando que “tienen la tecnología y los recursos necesarios” para prevenir muertes como la de su hijo.
“Ellos tienen muchas tecnologías para quitar esas minas, tienen mucho gobierno. ¿Por qué en vez de que ella esté sentada dónde está? ¿Por qué no va conmigo? Que vaya conmigo donde está el cuerpo de mi niño. Que vaya conmigo para que sienta lo que sintió mi hijo. Que se ponga tantito en el lugar mío. yo que soy madre, ella ha de ser madre y yo se lo dije claramente a una hermana mía a ninguna madre le deseo lo que me pasó a mí porque es un dolor muy grande enterrar a un hijo y más que nada mi hijo apenas empezaba a vivir y no merecía una muerte así y claramente le voy a comentar aparte de ellos, el gobierno saben donde están las minas ¿por qué no se ponen a trabajar? para eso se les paga no para que nomás estén sentados que se pongan a trabajar ¿por qué? valen más muertes fue mi niño, fue un campesino fue un maestro, fueron militares ¿qué quieren que haya? que hay nomás muertes ya que basta”, expuso.
En su relato, la madre denunció también el doloroso proceso de recuperación del cuerpo de su hijo, que fue entregado de manera incompleta debido a la explosión de una mina. “Tuvimos que recoger los pedacitos del cuerpo de mi niño porque explotó otra mina. Fue un dolor muy grande”, relató, haciendo un llamado a las autoridades a tomar en serio la problemática.
A lo largo de su intervención, la mujer recordó que Pablo no solo era un joven trabajador, sino también un niño que a pesar de su corta edad, ayudaba a mantener a su familia tras la separación de sus padres. “Mi hijo era un campesino”, dijo al recordar que el día de su muerte, Pablo acudía a trabajar en una zona que no tiene solo una, sino varias minas enterradas.
La madre concluyó su intervención exigiendo una disculpa pública, no solo como un acto de justicia hacia su hijo, sino también como un mensaje para que se tomen acciones efectivas contra la presencia de minas terrestres que siguen poniendo en riesgo la vida de los habitantes de la región. “Lo único que pido es que me den una disculpa pública a nombre de mi hijo”, concluyó.
El dirigente priista, Guillermo Valencia Reyes denunció que fueron retirados varios de los letreros que alertaban a la población sobre la presencia de minas en esta zona, justo donde el menor perdió la vida, por lo que exigió que además de colocarlas de nueva cuenta, abrir una investigación contra quienes filtraron esa información de que el menor maniobraba la mina terrestre.