En el siglo XX el psicólogo social Robert Zajonc descubrió algo muy interesante que retrata a las personas que consumen productos, servicios, marcas o mensajes: descubrió que las personas reaccionan más favorablemente a los servicios, productos, marcas o mensajes si estos están expuestos, si se les muestran de forma explícita.
A esto, en neuromarketing le llamamos “Efecto de Exposición Directa”.
En realidad, este efecto es un sesgo cognitivo, es decir, una alteración de patrones en la que suele caer un consumidor, y se puede aprovechar para conducirle a la venta una vez que hemos detectado su dolencia o necesidad.
El sesgo funciona porque los consumidores se sienten más cómodos con aquello que ya conocen, con aquellas marcas o ideas que existen preconcebidas en su mente.
Por eso, si quieres vender en cualquier rubro de la vida, construye tu neurocomunicación y neuromarketing para que tu marca, servicio, producto o mensaje siempre estén presentes de variadas formas porque esto facilita las ventas.
Ojo con esto: estar presente, no solo significa repetir y repetir publicidad, spots en radio o de tele.
Estar presente es construir estímulos emocionales, audaces, únicos y repetirlos de manera espaciada y estratégica para que el mensaje, la marca, el producto o los servicios se vendan de manera más efectiva.
Hacer una marca más visible, que esté presente o posicionada -como decimos- es lo correcto, porque las personas siempre traerán más rápido a la consciencia las marcas que ya tengan un lugar en su cabeza.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho / WhatsApp 4433181742.