Morelia, Mich.—“Es el riesgo que tenemos todos los activistas que venimos alzando la voz: el panteón o la prisión”, lamentó Guadalupe Mora Chávez, jefe de Tenencia de La Ruana y hermano del extinto líder de autodefensas en Michoacán, Hipólito Mora, tras el asesinato del líder limonero Bernardo Bravo, ocurrido en Apatzingán.
Mora, quien ha vivido en carne propia la persecución y la violencia en Tierra Caliente, sostuvo que el costo de denunciar las injusticias sigue siendo la vida misma. “Desgraciadamente, eso fue lo que lo mató: alzar la voz. Es el riesgo que tenemos todos los activistas. A veces, por enfrentar a un gobierno corrupto, también nos mandan a la cárcel”, señaló.
El jefe de Tenencia recordó que en Michoacán persiste una impunidad dolorosa. “A mi hermano lo asesinaron hace más de dos años y no han detenido a los responsables. Ojalá que con Bernardo no pase lo mismo, que su muerte no quede impune y que se castigue a los asesinos”, expresó.
Mora Chávez reconoció que el asesinato de Bravo ha generado miedo entre los productores de limón, quienes desde hace meses denuncian extorsiones y amenazas del crimen organizado. “Ya todos tienen miedo de hablar. Y ahora con esto, menos. Ojalá la Fiscalía haga su trabajo, porque todos sabemos que esto es delincuencia organizada”, advirtió.
Pese al clima de terror, el también dirigente social afirmó que no dejará de denunciar la corrupción y la colusión entre autoridades y criminales. “Yo, de mi parte, voy a seguir hablando. Mientras sigamos con este gobierno corrupto, nunca vamos a salir de esta situación”, enfatizó.
Finalmente, hizo un llamado a la justicia federal para que atraiga la investigación y a la sociedad para no guardar silencio. “Si seguimos callando, nos matan uno por uno. Ojalá surjan más valientes como Bernardo”, concluyó.