Con una serie de actos violentos que llegaron al extremo de arremeter contra la puerta principal de Palacio de Gobierno con un vehículo comercial, la marcha para exigir justicia por la incursión policial del 5 de abril en Morelia dejó a su paso un trabajador del gobierno estatal y varias personas agredidas, así como un comunero detenido, al menos 10 vehículos destrozados y otro al que prendieron fuego, al igual que a una moto de la policía municipal.
Manifestantes, entre los que se encontraban hombres, mujeres y niños, arribaron minutos después de las 11:00 horas de este viernes, encabezados por un vehículo oficial de las Kuarichas o policía comunitaria al Libramiento capitalino y frente a Casa de Gobierno, retuvieron al primer automovilista, al que destrozaron parte del vehículo y golpearon en el rostro por reclamarles su actitud.
“Yo solamente iba pasando y aquí pueden ver ya la mercancía que trasladaba yo está llena de vidrios, yo creo que ya no va a servir porque no quiero arriesgar a los clientes”, relató el ciudadano ante los medios de comunicación, al señalar que la agresión fue consecuencia de haber reclamado las afectaciones del cierre vial.
Cubiertos del rostro, un grupo de hombres lanzó varios cohetones al interior de la residencia oficial, ante la ausencia de alguna autoridad o elemento de seguridad; de inmediato lanzaron piedras contra las cámaras de seguridad y, en minutos, despojaron de su motociclista a un elemento de la policía Morelia, que estaría encargado del tránsito.
De inmediato la desvalijaron y le prendieron fuego frente a la puerta principal de Casa de Gobierno, donde también encendieron un camión que transportaba agua purificada.
La marcha siguió su paso encabezada por 3 muñecos con fotografías del exgobernador Silvano Aureoles Conejo; el exsecretario de Gobierno y Fiscal, Adrián López Solís; y el exsecretario de Seguridad, Juan Bernardo Corona Martínez, encerrados en cajas que simularon una celda.
Bajo la consigna de justicia, realizaron pintas en paredes y otros automóviles tanto particulares como comerciales y de instancias gubernamentales que circularon por la zona, debido a que no se cerró el tráfico vehicular.
Incluso pretendieron prender fuego a una de las unidades, pero su conductor utilizó el extintor para evitar que se consumiera totalmente.
Con palos y cara cubierta, el grupo que encabezó la manifestación causó destrozos en cristales y carrocería de al menos un vehículo particular, cuyo conductor tuvo que soportar que le pintaran el rostro, impedido para actuar en consecuencia al ver su patrimonio perdido.
En oficinas del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), también destruyeron un vehículo oficial que se encontraba en el estacionamiento, al que golpearon con piedras y bats, para seguir con pintas en mobiliario urbano y algunas tiendas de conveniencia.
La participación de menores de 9 años de edad destacó en esta movilización, en la que el grupo de encapuchados también arremetió contra las oficinas del Sistema de Administración Tributaria, donde destrozaron mobiliario, computadoras y hasta equipo video, pero de donde además sustrajeron algunos objetos.
Frente a Palacio de Gobierno, los manifestantes lanzaron cohetones y quebraron cristales de prácticamente todas las ventanas con piedras y palos; pero el momento de mayor violencia se vivió cuando arremetieron hasta en 2 ocasiones contra la puerta principal del edificio con un camión de una empresa refresquera.
Ya con ánimos caldeados se trasladaron también frente al Congreso del estado, al que quebraron también cristales y golpearon puertas y ventanas, pero al identificar a un trabajador de la Secretaría de Gobierno, lo golpearon y pintaron el rostro.
Frente a Palacio de Gobierno, decretaron de manera simbólica procedente el juicio político contra el exgobernador Aureoles Conejo e integrantes de su administración, pero tras retener otro vehículo comercial y sustraer su contenido, volvieron a lanzar cohetones contra el edificio gubernamental, luego de que bomberos lanzaron un chorro de agua para impedir prendieran fuego a la unidad.
Del interior del edificio gubernamental lanzaron al menos 3 bombas de gas lacrimógeno en consecuencia
Fue entonces, que luego de más de 3 horas de destrozos y acciones de protesta, un nutrido grupo de policías estatales emprendieron una persecución contra los manifestantes durante algunos minutos, que terminó con la detención de un hombre.
Calmados los ánimos, algunos manifestantes y autoridades representadas por el subsecretario de Enlace Legislativo, Humberto Urquiza Martínez y el subsecretario de Gobernación entablaron el diálogo en medio del cerco de seguridad, para finalmente cerca de las 16:00 horas acordar la liberación del comunero.
Con esta acción, los manifestantes abordaron 5 autobuses que los trasladaron desde Arantepakua y dieron por concluida la movilización.