Tras dos años de restricciones por la pandemia del Covid-19, este año, el panteón municipal de Morelia, desde temprana hora cientos de morelianos se dieron cita en los camposantos de la ciudad para reencontrarse de manera simbólica con sus fieles difuntos.

Entre flores, música y ofrendas, las familias morelianas volvieron a llenar de vida los cementerios este Día de Muertos, en una mañana en la que se dedicaron a limpiar y preparar los panteones de sus fallecidos, como la señora Beatriz Aguilar, quien desde hace 2 meses, tiene preparando todo para este 2 de noviembre y honrar la memoria de su papá desde hace 32 años, así como la de su madre, quien falleció hace apenas 7 meses y la de su abuela.
La mujer no dejó de compartir los momentos más significativos de sus padres, que fue el siempre con fe, perseverancia, disciplina, esfuerzo y dedicación, trabajar para alcanzar y lograr sus sueños.

Prueba de ello fue el legado que dejó Don Jesús, quien, siendo un electricista, se le ocurrió la idea de poner un puesto de comida y que hoy, se ha convertido en uno de los negocios más conocidos en la capital, que es “La Cueva de Chucho”.
“Venimos porque hace 32 años murió hace 32 años y es como una tradición venir a honrar su memoria y desafortunadamente hace 7 meses falleció mi mamá también y a un lado está mi abuelita, la mamá de mi mamá, toda la familia nos reunimos para seguirlos recordando. Nos esmeramos con muchas cosas, tenemos 2 meses en la preparación. Mi papá fue un electricista, que trabajo mucho, cuando llegó a Morelia, encontró trabajo frente a la Central camionera y se le ocurrió vender comida y es el fundador de la Cueva de Chucho y mi mamá fue la cocinera”.
Guadalupe Mejía con las ganas de retomar la tradición con total normalidad, acudió al panteón a colocar flores y llevarle serenata a su padre, su abuela y sus tías, quienes hoy descansan en sus tumbas, pero con la intención de que sepan que los que hoy están en el mundo de los vivos, siempre los recuerdan y llevan en sus corazones, festejando la vida que tuvieron y el legado que dejaron.

“No venimos a festejar la muerte sino la vida, que siempre va a estar con nosotros y su recuerdo también, y la tradición es ponerle flores que le den luz y que sepan que siempre estamos pensando en ellos, y a cantarle las canciones que a él le gustaban; es toda una vida, en sus altas y sus bajas, nos enseñaron a respetar y a querernos y sobre todo la vida que tenemos es gracias a ellos”.
Después de dos años de restricciones debido a la pandemia de la covid-19,ya que en 2020 no se permitió la visita de los familiares a los panteones y el año pasado estuvo marcado por las medidas sanitarias, con gran nostalgia pero con todo el entusiasmo, morelianos regresaron a los panteones este 1 y 2 de noviembre a conmemorar esta colorida tradición mexicana.