La llegada del 2021 está muy cerca y al igual que Navidad, familias acostumbran hacer una cena para celebrar el Año Nuevo, sin embargo, en esta festividad, también se realizan otras tradiciones y rituales con el objetivo de atraer buenas vibras para el siguiente año.
Una tradición muy famosa en México es usar ropa interior de un color determinado, los más famosos son el rojo y el amarillo, los cuales simbolizan el amor y el dinero, respectivamente.
Si tienes muchos deseos que quieres que se cumplan en el 2021, este ritual es el indicado y el más famoso: comer 12 uvas durante las 12 campanadas con las que inicia el año. Se recomienda que sean uvas verdes, ya que ese color simboliza la esperanza, la salud, la fertilidad y la abundancia. Se dice que las uvas representan cada uno de los meses del año y se suele creer que pedir un deseo por cada uva nos traerá suerte y éxito en cada mes del próximo año.
Si lo que buscas es tener amor y suerte para el 2021, este es tu ritual. Lo que debes hacer es que al momento de llevar a cabo el brindis de Año Nuevo, debes colocar una joya de oro dentro de la copa de champagne, normalmente se acostumbra un anillo.
Otro ritual, es dejar la ventana y puertas abiertas para que de esta manera las malas vibras salgan del lugar y así puedas comenzar el 2021 con toda la actitud positiva.
Para mover energías que están estancadas se recomienda mover 27 objetos pesados de tu casa. Este ritual se utiliza mucho para renovar la energía de tu espacio.
Para atraer viajes, coloca una maleta junto con la puerta de entrada y cuando inicie el año sal corriendo y pisa las cuatro esquinas de la calle donde está tu casa.
Un ritual simple pero efectivo, es escribir todos tus propósitos para el año entrante; debes fijarte metas que tú sepas que puedes cumplir, así cada vez que veas este listado durante el 2021 te ayudarán a recordar todos tus objetivos.
Aunque es habitual que durante esta noche se den muchos besos y abrazos después de tomar las uvas. Este año habrá que tener precauciones anti-coronavirus. Puede que las videollamadas a familiares y amigos se conviertan, por este año, en un ritual por necesidad.