Con una inercia descendiente desde el 2016, el coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas de Michoacán, Heliodoro Gil Corona, calculó una contracción económica en el estado para el segundo trimestre del 2020, con una caída estimada del -7.0 por ciento, por lo que consideró evidente la desaceleración en los últimos años en Michoacán.
“Desde el 2016 al 2019 traemos un comportamiento descendiente y una desaceleración bastante evidente, en el 2016 el crecimiento del estado fue de 4.2%, en el 2017 de 3.2%, 2018 de 2.3%, en el 2019 de -0.2% y para este 2020 esperamos en principio de este primer semestre una caída en el estado de por el orden del 7%”.
Gil Corona, indicó que entre los principales factores que explican la desaceleración económica estatal durante el primer semestre de 2020 han sido a la fuerte pérdida de empleos formales e informales, la merma de salarios y la consecuente caída del consumo local.
Agregó, el déficit económico que padece el gobierno de Michoacán, la pobre inversión pública, la poca capacidad de generar ahorro externo a través de las exportaciones industriales y la inversión extranjera directa.
“Los componentes de lo que sería el mercado interno en Michoacán, se están viendo fuertemente deteriorados, por un lado hay una fuerte caída del empleo formal e informal, una merma de salarios y una caída en el consumo local, agregando además hay una crisis financiera en el estado, una inversión pública muy reducida y una capacidad de ahorro interno muy limitada del gobierno federal”
Sin duda, indicó que parte de estos factores para el deterioro de la economía estatal ha sido la parálisis de actividades generadas por la pandemia del Covid-19.
El economista, estimó que para el cierre de año, la recesión en Michoacán será profunda y tendrá una caída del Producto Interno Bruto de hasta el -8.0%, reducción que estaría por debajo del comportamiento nacional que se espera sea de -10.5%.