Tras considerar que se cometieron una serie de agravios y violación a sus derechos, Diego Urik Mañón Melgoza solicitó, a través de sus abogados defensores, se revoque la sentencia que emitió el juez de Oralidad, Ariel Montoya Romero, quien lo declaró culpable del feminicidio de Jessica González Villaseñor y le impuso una pena de 50 años de prisión.
En la apelación, dirigida a un Tribunal de Alzada, también pide que se reponga el procedimiento por el que se le consideró culpable del delito, luego que el juez consideró que se aportaron las pruebas suficientes para determinar el grado máximo de culpabilidad.
El documento especifica 17 agravios que los defensores del joven argumentan de manera detallada, entre ellos, que no se le permitió exhibir algunas pruebas y que la descripción del delito de feminicidio establecida en el Código Penal del estado se presta a confusiones, ya que no podría ser entendido por un joven de 18 años.
Entre otros de los agravios, Diego Urik se manifiesta inconforme con las imágenes que lo muestran a bordo de su coche junto a Jessica ingresando al fraccionamiento Bosque Monarca, donde fue localizado el cuerpo de Jessica, y que exhibió en el juicio el hermano de la víctima, Cristo Adán González Villaseñor.
Incluso, en una ampliación de la apelación, su defensa establece que se violentó la presunción de inocencia del joven, ya que se calcula que se registraron más de 20 millones de visualizaciones de la imagen de Diego Urik, a los 18 años de edad, en diversos medios de comunicación e incluso por la propia Fiscalía del Estado, cuando se ofreció recompensa a quien aportar datos para su localización.
A casi 2 meses de que se dictó la sentencia y el fallo el pasado 24 de febrero, la mamá de la joven asesinada, Verónica Villaseñor Ferreyra aseguró que, pese a la apelación de Diego, existen todas las pruebas necesarias que confirman que el joven asesinó a su hija de manera cruel y aprovechando la confianza que le tenía.
De acuerdo a lo expuesto en juicio, Jessica González Villaseñor perdió la vida por 31 golpes en el fraccionamiento Bosque Monarca de Morelia, a donde llegó acompañada por Diego Urik, quien abandonó el cuerpo de la joven y lo expuso semidesnudo a la fauna carroñera.
Tras más de 2 años de lucha para obtener la sentencia condenatoria, Verónica Villaseñor se manifiesta incrédula de que el joven argumente que se violen sus derechos y apela entonces a su derecho como víctima indirecta.
Asegura que no parará en su lucha para lograr que Diego Urik no salga de la cárcel, luego de que el cuerpo de su hija “habló” de lo que ocurrido.
El recurso de apelación fue turnado a la Sala Novena a cargo del magistrado Gilberto Alejandro Bribiesca Vázquez, pero la defensa de Diego ya solicitó que sea turnado a otra sala, al desconfiar de la imparcialidad del juzgador.