Sin necesidad de hacer efectiva la orden de arresto que dictó el juez Ariel Montoya Romero el pasado 29 de agosto, finalmente este jueves rindió su testimonio de manera voluntaria Fernando Iván N., padrastro de Diego Urik N., el presunto responsable del feminicidio de Jessica González Villaseñor.
A 13 días de que se cumplan 2 años del asesinato de la joven maestra, el 21 de septiembre del 2020, el esposo de la mamá del joven, identificada como Anahí, se resistió hasta el último minuto a presentar su declaración, al alegar que el Ministerio Público nunca le explicó su derecho a no declarar como familiar del imputado, pese a que acudió ante la Fiscalía del estado 2 días después de la desaparición de Jessica y rindió su declaración.
Defensores particulares argumentaron que la Fiscalía podría haber explicado los artículos del Código Nacional de Procedimientos Penales que establecen los factores para abstenerse de hacer una declaración, pero un ciudadano que no es especializado en el tema no logra entender a qué se refieren.
El juez consideró que tal artículo es muy claro, por lo que afirmó que Fernando Iván N. “evidentemente” conocía sus derechos y compareció así ante el Ministerio Público, por lo que ya no existía manera de evadir su responsabilidad.
En la audiencia, Fernando insistió en “no recordar” las conversaciones con Diego o las actividades que realizó en los últimos días de septiembre, por lo que la Fiscalía tuvo que recurrir a la propia declaración que hizo 2 años ante el Ministerio Público para “refrescarle la memoria”
Entre frecuentes interrupciones, el hombre, de profesión comerciante y estudiante de un doctorado en Ciencias Administrativas, relató que convivió durante 2 años y medio con Diego Urik, quien tenía su recámara al lado de la suya, por lo que intercambió algunas palabras la tarde del 21 de septiembre.
Señaló que fue al día siguiente, cuando su hijastro se comunicó con él vía telefónica y le reveló que tenía un problema y necesitaba un abogado, porque lo habían llamado de la Fiscalía, para que se presentara.
Entre reiterados señalamientos hacia el testimonio que exhibió la Fiscalía, al asegurar que pudo haber sido alterado, explicó que de inmediato se comunicó con un familiar que conocía a un abogado y se dirigió a la casa, donde encontró a Diego nervioso, junto con su esposa.
Afirmó que ahí les reconoció que había estado con Jessica, había tenido relaciones sexuales con ella y luego la había llevado de regreso a su casa, “por el estadio Morelos”.
Visiblemente nervioso, Fernando se refirió también el episodio en el autolavado Elite, al señalar que Diego le explicó que había llevado el Polo Gris que manejaba de manera habitual, para que lo lavaran, ya que “estaba muy sucio”.
Señaló que al conocer esto, decidió acudir al establecimiento para pedirles que no lo tocaran “para evitar suspicacias”.
“Que si no era necesario lavarlo no lo lavaran”.
Relató que luego se trasladaron en su vehículo BMW a casa del papá biológico de Diego, de nombre Bruno, localizada en la colonia Torremolinos de Morelia y ahí el joven se fue.
A pregunta de la Fiscalía, explicó que Diego se había quedado en el vehículo y luego ya no estaba.
Explicó que volvió a saber del joven, hasta que “en las noticias” se dio a conocer que lo estaban buscando y que no estaba localizable, pero finalmente el Ministerio Público dio a conocer que lo habían detenido en condición de presunto imputado.
El cuerpo de la joven Jessica González Villaseñor fue localizado semidesnudo el 25 de septiembre del 2020, cubierto solo con un suéter café, un brasiere negro y un reloj de manecillas. Se calcula que habían transcurrido entre 2 y 4 días de su muerte.
Mostraba golpes y escoriaciones en cabeza, cara, nariz, ojos, labios, cuello, brazos, tórax, muslos, piernas y huellas de violación sexual.