“No creímos la disculpa”, afirmó Verónica Villaseñor Ferreyra, mamá de la joven, Jessica González Villaseñor, asesinada con extrema violencia el 21 de septiembre del 2020, tras escuchar la declaración del imputado Diego Urik N., a la que calificó como una serie de mentiras.
Aseguró que en ningún momento Jair, el amigo de Diego, visitó su domicilio o vio a Jessica el día del crimen, como aseguró en su declaración y testigo de eso, fueron los hermanos de la joven.
“Claro que no, lo que vino a declarar Cristo, que fue la persona que estuvo con ella todo el día dentro de la casa, fue la verdad, y desde el inicio nosotros ya lo sabíamos, porque lo único que hemos venido a hablar es la verdad y con las pruebas en la mano, no me ha atrevido a hablar antes, de cosas que no, lo que he dicho es con las pruebas en la mano y más de 100 pruebas”.
La mujer no dudó en que el fallo será condenatorio para Diego, ya que en todos juicios se siguieron al pie de la letra lo que establecen las leyes.
“No es porque yo lo implore o lo pida, sino porque ya se demostró con las pruebas que ya se presentaron”.
Tras las declaraciones de Diego y su intento de involucrar a su amigo Jair, reiteró que son las pruebas las que no dejan lugar a dudas de la culpabilidad del joven.
“Las pruebas ya las presentamos y lo dijimos desde un principio, él es el asesino de mi hija y ahora todo este tiempo ya se los demostramos. Que este tipo todavía tenga la maña de presentarse y decir mentiras, porque no presentó prueba ni nada. No era ni una prueba nueva”.
Aseguró que como familia “siguen dolidos”, porque tienen meses con las manos “llenas de pruebas” contra Diego y han tenido que aguantar las agresiones contra su esposo Martín y su hijo Adrián.