Entre todas las cosas malas y desafortunadas, algo bueno que nos ha dejado esta pandemia, ha sido la relativa concientización sobre la importancia de la prevención de las enfermedades infecciosas.
No obstante, existe otro tipo de enfermedades llamadas no transmisibles (esto quiere decir que no se contagian, pero que sí pueden heredarse) pues, son trastornos cuyo trasfondo es metabólico, es decir, están asociadas a nuestra alimentación y a la forma en cómo aprovechamos o no los diferentes nutrientes.
La diabetes mellitus es una de estas enfermedades, misma que se ha convertido en una pandemia desde hace muchos años, bastante desastrosa a nivel mundial, por el impacto a la salud pública y a la economía de muchos países.
Esta enfermedad se caracteriza por la elevación de las concentraciones de glucosa en sangre y por lo general, se debe a un mal funcionamiento del páncreas cuyas consecuencias terminan, por ejemplo, en la pérdida de la agudeza visual e incluso en la amputación de un pie.
Con base en lo reportado por la Federación Internacional de la Diabetes (IFD, por sus siglas en inglés), a la fecha, se estima que, en todo el mundo, existen 537 millones de adultos entre 20 a 79 años que padecen diabetes mellitus y se prevé que este número aumente a 643 millones para el año 2030 y a 784 millones para el año 2045.
El 81% de personas adultas afectadas con esta enfermedad vive en países en vías de desarrollo.
Hasta el año 2019, con base en lo reportado por la IFD, México se encontraba en el sexto lugar en diabetes mellitus a nivel mundial, con 12.8 millones de personas adultas afectadas y esperemos que, no hayamos pasado al quinto lugar, con base en lo que reporten las estadísticas sobre diabetes mellitus que serán publicadas el próximo 6 de diciembre del presente año.
En lo que va del 2021, han fallecido 6,700,000 personas a casusa de esta enfermedad.
Relacionado con lo anterior, es evidente que, es menor el número de personas fallecidas por la COVID-19 en lo que va de toda la pandemia (5,037,555, con según los datos estadísticos de la Universidad Johns Hopkins: https://coronavirus.jhu.edu/map.html ) comparados con el número de personas que han fallecido solo durante 2021 a causa de la diabetes mellitus.
En cuanto al impacto económico desde el año 2019 a la fecha, la IFD, ha estimado que la diabetes ha generado un gasto de un poco más de 966,000 millones de dólares en gastos sanitarios, lo que ha representado un aumento del 316% en los últimos 15 años.
Es necesario dejar en claro que, la mortalidad a causa de cualquier enfermedad no debe ser tomado en su totalidad como un indicador sobre el impacto a la salud pública de un país, y en su lugar, es conveniente analizar la letalidad, pues ésta última nos indica de forma mucho más precisa la severidad de la enfermedad.
Sin restar importancia a tremenda emergencia sanitaria por la que estamos transitando, se puede decir que existen otras enfermedades como la diabetes mellitus que, han causado un impacto mucho más grande y severo a la salud pública de muchos países en el mundo, siendo México uno de los más afectados.
Por último, estimado lector, lo invito a estar atento a lo que sucederá el próximo 14 de noviembre a nivel mundial, pues se conmemora el día internacional de la diabetes mellitus, con la finalidad de hacer consciencia en cuanto a la prevención de esta enfermedad, así como en sus consecuencias.
Espere la siguiente entrega, donde abordaremos otros aspectos importantes sobre la diabetes mellitus, hasta pronto.