El pasado 14 de noviembre, como cada año, se conmemoró el Día Internacional de la Diabetes, una fecha que nos invita a reflexionar sobre una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y, de manera alarmante, a un porcentaje creciente de la población en México.
Actualmente, con base a los datos de la Federación Internacional de Diabetes (IDF por sus siglas en inglés), en México, hasta el año 2021 se contabilizaron un total de 14.1 millones de personas mayores de 29 años con diabetes mellitus, es decir, aproximadamente el 11% de la población total de nuestro país, cifra demasiado alta y preocupante.
Diabetes mellitus
Es una enfermedad crónica que ocurre cuando el cuerpo no puede regular los niveles de glucosa en la sangre. Este desequilibrio, si no se controla, puede llevar a complicaciones graves como enfermedades cardiovasculares, daño renal, pérdida de la visión y amputaciones.
Existen dos tipos, la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2, de las cuales, antes se tenía la idea de que el tipo 1 era exclusiva de los niños, adolescentes y jóvenes, y que la tipo 2 la padecía exclusivamente la población adulta, hoy sabemos que no es así, pues ambos tipos pueden afectar a todas las edades.
En México, la situación es particularmente preocupante, pues las personas viven con diabetes, y muchas más están en riesgo debido a factores como obesidad, sedentarismo y hábitos alimenticios poco saludables. Peor aún, muchas personas desconocen que tienen la enfermedad, lo que retrasa su diagnóstico y tratamiento, aumentando el riesgo de complicaciones.
El papel de la prevención
La diabetes tipo 2, puede prevenirse en gran medida. En esta columna podría decir el mismo cliché de siempre, que se puede prevenir comiendo de manera equilibrada, saludable, evitando el consumo de refrescos, pero no es suficiente, debo decirle que es necesario acudir con un nutriólogo.
El profesional de la salud que conoce mejor como debemos comer, es el nutriólogo, ningún coach, entrenador, influencer poseen los conocimientos necesarios para decirle a usted cómo debe alimentarse, le reitero, es necesario acudir con un nutriólogo.
Así, el día Internacional de la diabetes nos recuerda que prevenir es mucho muy recomendable, y sería menos costoso que tratar. Invertir en campañas de educación, mejorar la disponibilidad de alimentos saludables y promover espacios para la actividad física deben ser prioridades en nuestra agenda como sociedad.
La dificultad que representa el acceso a un tratamiento eficaz.
Muchas personas en México enfrentan dificultades para costear sus medicamentos o equipos médicos, lo que limita su capacidad de controlar la enfermedad. Aquí es donde el sistema de salud tiene una deuda pendiente: garantizar que todas las personas, independientemente de su nivel socioeconómico, puedan acceder a los tratamientos necesarios.
El autocuidado y monitoreo.
Más allá de las acciones gubernamentales, cada uno de nosotros tiene un papel que jugar. Informarnos sobre los síntomas de la diabetes, como la sed excesiva, la fatiga y el aumento en la necesidad de orinar, es fundamental para detectar la enfermedad a tiempo. Es necesario medirse la glucosa en un laboratorio clínico al menos dos veces al año, con mucha más razón, si alguno de nuestros familiares ha sido diagnosticado con la enfermedad.
El día Internacional de la diabetes no es solo una fecha para recordar la gravedad de esta enfermedad, sino también una oportunidad para actuar. México tiene el potencial de liderar el cambio hacia una sociedad más saludable, pero eso requiere compromiso colectivo: desde políticas públicas efectivas hasta acciones individuales de prevención.
Si bien la diabetes es una enfermedad compleja, también es una que podemos combatir con educación, acceso a recursos y una actitud proactiva.
Gracias por lees estas breves columnas.