El 1 de diciembre celebramos el Día del Químico en México, una fecha que honra la contribución invaluable de los profesionales de la química en nuestra sociedad.
Esta conmemoración tiene sus raíces en el año 1948, cuando la química María de los Ángeles Zaldo propuso esta fecha para reconocer la labor de mis colegas químicos en Latinoamérica.
En México, esta propuesta tuvo resonancia, por lo que la idea fue impulsada por destacados profesionales y académicos, quienes veían la necesidad de dar visibilidad a una profesión que, aunque esencial, muchas veces pasaba desapercibida.
Desde entonces, este día no solo celebra a quienes ejercen la química en sus múltiples áreas, sino que también nos invita a reflexionar sobre cómo esta disciplina está presente en todos los aspectos de nuestra vida.
La química como eje central de desarrollo de la humanidad.
La química no es solo una ciencia; es el motor detrás de avances que han cambiado el curso de la humanidad.
Desde la creación de medicamentos que salvan millones de vidas hasta el desarrollo de tecnologías que permiten energías limpias y materiales más resistentes, la química es una disciplina que conecta la innovación con las necesidades humanas.
En México, los químicos desempeñan roles clave en industrias como la farmacéutica, la alimentaria, la petroquímica y la ambiental. ¿Sabías que cada vez que consumes un alimento procesado, utilizas un cosmético o recibes un diagnóstico en un laboratorio clínico, hay un químico detrás de esos procesos? Su trabajo no solo garantiza la calidad, sino también la seguridad de los productos que usamos diario.
El papel de los químicos en la salud pública.
En el ámbito de la salud, los químicos son una pieza fundamental. Gracias a ellos, contamos con medicamentos de calidad, vacunas que previenen enfermedades y pruebas de laboratorio que permiten diagnósticos precisos.
Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19, los químicos desempeñaron un papel crucial en la creación y distribución de vacunas, en el diseño de pruebas diagnósticas y en la investigación de nuevos tratamientos.
Los laboratorios clínicos, liderados en gran parte por químicos, son esenciales para la prevención y el control de enfermedades. Desde la medición de glucosa en sangre hasta el monitoreo de marcadores tumorales, el trabajo de estos profesionales impacta directamente en la vida de millones de personas.
Desafíos y oportunidades de la profesión
A pesar de su relevancia, los químicos en México enfrentan múltiples desafíos. La falta de inversión en ciencia y tecnología limita el alcance de su trabajo, mientras que el poco reconocimiento social a menudo desmotiva a las nuevas generaciones. Además, la fuga de talentos hacia otros países es un problema constante, ya que muchos químicos buscan mejores oportunidades en el extranjero.
Sin embargo, el potencial es enorme. Apostar por la educación en química, promover la investigación científica y crear políticas públicas que impulsen la innovación son pasos fundamentales para fortalecer esta profesión. En un país con tanta riqueza natural y cultural, los químicos pueden ser clave para desarrollar soluciones sostenibles que beneficien a todos.
La trascendencia del quehacer de los químicos
El Día del Químico es una oportunidad para reconocer el impacto de estos profesionales en nuestra vida diaria. Su trabajo no solo transforma materiales; transforma vidas.
Desde un medicamento que alivia el dolor hasta una solución innovadora para el cuidado del medio ambiente, los químicos están detrás de los avances que nos permiten soñar con un futuro mejor.
Así que hoy, más que nunca, celebremos a quienes dedican su vida a esta fascinante ciencia. Reconozcamos su esfuerzo, apoyemos su desarrollo y valoremos su contribución a nuestra sociedad. Porque en cada reacción, en cada análisis y en cada descubrimiento, los químicos nos recuerdan que la ciencia tiene el poder de cambiar el mundo.
Gracias por leer esta columna, ¡nos vemos en la próxima entrega!