Morelia, Mich.— “Michoacanos Primero” reveló que en el último mes detectaron al menos tres casos de personas vinculadas al crimen organizado que continúan en la nómina educativa, incluso uno de ellos cobrando desde el penal de Mil Cumbres durante el tercer trimestre del Fondo Nacional de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE).

“Tenemos tres ahorita detectados en este último mes, en educación básica y en secundaria, una en Charo y una en Morelia; tenemos datos de un delincuente que está en Mil Cumbres y está en el FONE al mismo tiempo, en el último trimestre, es decir el 30 de septiembre cobró la quincena recluido en Mil Cumbres por homicidio”.
Avilés informó que el problema no es nuevo y que urge depurar la nómina estatal y federal: “Debe cruzarse la nómina con el Registro Nacional de Detenciones; hay personal de apoyo y asistencia educativa con órdenes de aprehensión o procesos abiertos”.
Además, lamentó que prácticas como mover de escuela a docentes acusados de acoso sexual siguen siendo recurrentes. La Secretaría de Educación encabeza, año tras año, el primer lugar en quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con 606 expedientes abiertos.
“Un programa que solo rescata a dos de cada cien estudiantes está fracasando. Urge un rediseño real de políticas públicas”, afirmó.
En este contexto informó que el abandono escolar en Michoacán ha alcanzado cifras alarmantes. Según los datos presentados por Michoacanos Primero, uno de cada cuatro menores de 12 a 15 años se encuentra fuera de la secundaria; en bachillerato, uno de cada dos jóvenes deja los estudios; y en educación superior, tres de cada cuatro estudiantes no acceden a la universidad.
El índice de progreso social coloca a Michoacán en el lugar 26 de 32 entidades, aunque la cobertura educativa es uno de los factores que más afecta al estado.
Avilés subrayó que la violencia profundiza las condiciones socioeconómicas que empujan a los jóvenes a dejar la escuela, convirtiéndolos en blanco de reclutamiento criminal. Puso como ejemplo el asesinato del dirigente Carlos Manzo, donde participaron adolescentes que habían abandonado el sistema educativo.
“La educación debe ser un salvavidas, pero hoy está siendo rebasada. O prometen 50 mil pesos y reclutan jóvenes para cometer homicidios. Es urgente detener esta dinámica”, concluyó.


