A través del programa “Guardián Forestal”, el gobierno estatal ha detectado un total de 32 mil ollas de agua en diversas zonas de Michoacán, por lo que ahora analiza cuáles son ilegales y que además podrían convertirse en foco de conflicto social, afirmó el secretario de Medio Ambiente (SEMA), Alejandro Méndez López.
En entrevista, aclaró que sí está permitido almacenar el agua de lluvia, pero no se permite que las ollas de agua se establezcan en lugares que son escurrimientos para ríos, lagos o manantiales.
“El programa detectó en todo el estado alrededor de 32 mil ollas de agua, es un número muy importante, no todas son ilegales, pero hay algunas que sí, en el sistema estamos viendo cuáles está en escurrimientos y apropiándose de manera ilegal del agua.”

Méndez López precisó que tienen identificados focos rojos en cuanto a la extracción o apropiación de agua como Pátzcuaro, Zirahuén y la cuenca del Río Carácuaro, donde en 2024 estuvo a punto de generarse un “conflicto social muy fuerte”, que fue desactivado por instancias federales.
En el caso del Lago de Cuitzeo, el secretario del Medio Ambiente precisó que su problemática tiene “otra escala”, ya que está “muy azolvado”, por lo que se plantea un programa piloto que permita irlo limpiando por secciones, ya que, de lo contrario, el recurso nacional sería insuficiente.
“Ahí lo que hay que hacer al final del día es desazolvar. Ir desazolvando. Se está platicando con el volumen del dinero que se ocupa para desazolvar eso excede el presupuesto nacional”.
El funcionario explicó que incluso se ha establecido acercamiento con organismos internacionales que pudieran apoyar en estos trabajos.