Un centenar de extrabajadores del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL), ubicado en el municipio de Pátzcuaro, exigieron respeto a sus derechos laborales y la conservación de este proyecto, creado en tiempos de Lázaro Cárdenas del Río.
Ana María Morales, vocera de los trabajadores despedidos, explicó que el conflicto comenzó el pasado 13 de febrero, cuando Raquel Sosa Elizaga fue designada como nueva directora del CREFAL y anunció el cambio de su función para transformarlo en la Universidad del Bienestar.
Denunció que, desde esa fecha, la plantilla laboral no pudo ingresar a las instalaciones debido a su cierre por una supuesta auditoría. Sin embargo, ante la falta de claridad respecto a su situación laboral hasta el mes de marzo, los pagos de sus salarios quincenales se acumularon, hasta que finalmente se les informó su despido mediante un aviso pegado en la entrada del centro educativo.
“Exigimos que se garantice el respeto íntegro de nuestros derechos humanos y laborales. A las y los trabajadores del CREFAL no se nos ofreció otra opción más que la liquidación. Por ello, demandamos el cumplimiento inmediato de los pagos pendientes, incluidos salarios y adeudos,” señaló la extrabajadora.
Asimismo, detalló que, ningún trabajador ha recibido su liquidación ni un acercamiento por parte de la nueva titular, lo que motivó al personal despedido a realizar una manifestación pacífica en las afueras del centro y el bloqueo intermitente de la carretera Pátzcuaro-Uruapan, en diversas ocasiones.
Por su parte, Gabriela del Carmen Enríquez, exdirectora de Vinculación y Relaciones Interinstitucionales del CREFAL, hizo un llamado urgente a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y a Raquel Sosa para reinstalar a los trabajadores que así lo deseen en esta nueva etapa.
Advirtió que, de no cumplir con sus demandas, tomarán medidas más contundentes con el apoyo de las comunidades indígenas de la región para defender al CREFAL.
“Estamos considerando acciones más enérgicas; contamos con el respaldo total de las comunidades de la región porque el CREFAL pertenece a ellas. Este centro no es propiedad de nadie, sino un patrimonio colectivo. Por ello, existe disposición absoluta para llevar a cabo medidas contundentes,” enfatizó Enríquez.
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