Habitantes de la comunidad de San Juan K’ombutsio, hoy Caltzontzin, tenencia de Uruapan, denunciaron la presunta apropiación de su tradicional juego de pelota p’urhépecha (uárukua chanakua), por parte de José Luis Aguilera, presidente de la Asociación de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales de Michoacán.

Tata José Toral Cervantes, certificado como entrenador por la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), relató que trabajó con José Luis Aguilera cuando se conformó la selección michoacana para competir en una edición del Encuentro Nacional de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales, después de lo cual, el presidente de la asociación en la entidad se habría olvidado de las comunidades originarias.
“En prueba de esto, cuando José Luis llega…, yo estoy certificado como entrenador de la pelota p’urhépecha, por parte de la CONADE, entonces llevamos a la selección michoacana a la olimpiada nacional a Culiacán, Sinaloa, donde sacamos oro, plata y bronce, y de ahí ya no salimos muy bien con José Luis, nos repartimos, y se olvidó de la gente p’urhépecha”.
El comunero reivindicó que, si bien este juego no nació en K’ombtusio, de donde es originario, allí se habría conservado a lo largo de los siglos, tras la colonización española, lo mismo que habría ocurrido con la práctica de otros juegos como éste (kuiricha).
“El juego de la pelota fue una conservación de juego de Caltzontzin, y fue el que guardó la pelota p’urhépecha, el juego, después se volvió a expandir por todos lados, a nivel nacional, pero entró la Asociación, donde hizo un despapaye, y se olvidó de los p’urhépechas, lo hicieron ya casi como personal”.
La uárukua, comento José Toral, no es solamente un juego o un deporte, sino que guarda relación intrínseca con la cosmovisión p’urhépecha del universo, la espiritualidad, la agricultura y la guerra, por lo que desproveerla de su simbolismo, u omitir a las comunidades durante su práctica, es contrario a su origen.
Se dijo, sin embargo, congratulado de que cada vez se practica más este deporte en México, como en Manzanillo, Colima, donde el pasado 28 de junio fue invitado para reseñar la historia y significados de este juego, cuando en una justa lo practicaron cerca de 160 niños.
Por último, hizo un llamado a la Secretaría de Turismo del Estado de Michoacán (SECTUR) para que valore la posibilidad de rescatar este deporte y, en su caso, poner a disposición las herramientas para reivindicarlo como una práctica de las comunidades originarias p’urhépechas.