A 19 días de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, criticó que desde 1993 no se han obtenido “utilidades” de la operación de la refinería de Deer Park, localizada en Houston, Texas, este miércoles confirmó la compra del 59% de las acciones que concretó Petróleos de México (PEMEX) por 596 millones de dólares.
En la conferencia de prensa del 7 de mayo, el Ejecutivo federal afirmó que “desde que se construyó (la refinería) no ha habido beneficios para México, si acaso el que se pueda procesar crudo mexicano”.
Sin embargo, este miércoles 26 defendió la adquisición del resto de las acciones, hasta hace unos días propiedad de Shell.
“No había utilidad, a eso me refería la vez pasada”, precisó López Obrador, al explicar que tras la compra su gobierno tendrá “el control, la propiedad de la refinería”.
Criticó que durante el periodo neoliberal, a partir de 1980, no se haya contemplado la construcción de una refinería, y México se haya convertido “en el país petrolero del mundo que más compra gasolinas, y otros petrolíferos al extranjero, entonces ahora se está llevando un cambio dirían los tecnócratas, un cambio de paradigma o un nuevo plan de negocios”.