Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) son regulaciones técnicas de carácter obligatorio establecidas por la autoridad competente en México.
Su objetivo principal es establecer requisitos y especificaciones que deben cumplir productos, servicios, procesos o actividades en diversos ámbitos.
Estas normas tienen como propósito garantizar la seguridad, calidad, eficiencia y protección de los consumidores y el medio ambiente.
En el ámbito de la salud en nuestro país, estas normas son de carácter obligatorio y son consideradas una guía mínima indispensable para los profesionales de la salud. Su objetivo es brindar un servicio de calidad basado en la evidencia científica en beneficio de los pacientes.
Sin embargo, el pasado 1º de junio del presente año, a través del documento titulado “SUPLEMENTO DEL PROGRAMA NACIONAL DE INFRAESTRUCTURA DE LA CALIDAD 2023”, publicado en el Diario Oficial de la Federación, la Subsecretaría de Salud a cargo del Dr. Hugo López Gatell anunció la cancelación de 35 NOM en materia de salud.
Entre estas normas se encuentran:
- NOM-008-SSA3-2017: Para el tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad.
- NOM-015-SSA2-2010: Para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus.
- NOM-014-SSA2-1994: Para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer cérvico uterino.
Las razones detrás de la cancelación de estas NOM por parte del Dr. López Gatell no están claras y carecen de argumentos científicos, lo cual ha generado polémica entre los profesionales de la salud.
Esto ha provocado incertidumbre entre la sociedad, ya que existe la preocupación de que se reduzcan los servicios de salud.
Es lamentable que, si no se pueden implementar estas NOM de manera adecuada debido a deficiencias evidentes en aspectos fundamentales como la disponibilidad de medicamentos y estudios de laboratorio, su eliminación debilite la atención médica a la población en general.
En conclusión, es preocupante que las decisiones que se toman en beneficio de la sociedad, en una institución como la Secretaría de Salud, parecen estar guiadas más por consideraciones políticas que por la importancia de basarlas en evidencia científica.
Espero sea de su interés el saber más al respecto de este tema tan relevante estimado lector.
¡Hasta pronto!