En medio de un rigoroso protocolo de seguridad y sanidad, Joseph Robinette Biden Jr. tomó protesta al cargo y se convirtió en el Cuadragésimo sexto presidente de Estado Unidos de Norteamérica, en el Capitolio, en Washington D. C., acto en el estuvieron presentes los expresidentes demócratas Barack Obama y Bill Clinton y el exmandatario republicano George W. Bush, pero no el saliente Donald Trump.
En su discurso de toma de posición el demócrata llamó a la unidad del país, para confrontar la “supremacía blanca” y el “terrorismo doméstico”, con el objetivo de restaurar “el alma de Estados Unidos”.
“Acabo de tomar un juramento sagrado que han tomado cada uno de nuestros patriotas. Pero todo esto no depende de cada uno de nosotros, sino de todos nosotros, de nosotros, el pueblo. Con tormentas y guerras, hemos logrado tanto. Hay que reparar mucho, hay que restaurar mucho, hay que sanar mucho, y hay mucho que podemos lograr”.
Así mismo, hizo un llamado a todos los estadounidenses para combatir a los “enemigos” que asolan al país, “la ira, el extremismo, la falta de empleos, de esperanza y el racismo”.
“Pido a todos los estadounidenses que se unan a mí en esta causa. Unidos para luchar a los enemigos que encaramos: ira, extremismo, falta de empleos, de esperanza., Las fuerzas que nos dividen son profundas, reales, pero no es algo nuevo. Nuestra historia ha sido una lucha constante entre la idea de que todos somos iguales, y la realidad del racismo. La historia, la fe, el raciocinio nos muestran el camino. Podemos vernos no como adversarios, sino como vecinos, tratarnos con respeto y bajar la temperatura”.
Joe Biden, señalo que la política no tiene que ser fuego que destruye todo a su paso, destacando que “Estados Unidos es mejor que eso”.