Como cada año, la temporada de Cuaresma inició con el Miércoles de Ceniza, fecha en que, como símbolo de arrepentimiento, una gran cantidad de feligreses acudieron desde temprana hora a los diferentes templos católicos de Morelia para la imposición de este signo en la frente o sobre la cabeza.
Con esta fecha, de acuerdo con la Iglesia, iniciaron los 40 días de preparación para vivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.

Durante la eucaristía ofrecida en la Catedral de Morelia, el presbítero Manuel Villicaña, ofreció una explicación de lo que representa este día para los católicos y el significado que conlleva su celebración para la iglesia católica.
Con ello, aprovechó para hacer un llamado a la reflexión para dejarse transformar por Cristo, realizando experiencias significativas de caridad, de justicia social, de perdón, reconciliación, y de conversión sincera en la construcción de la paz.
“Es un tiempo muy precioso que debemos aprovechar, Este tiempo de cuaresma, es un tiempo oportuno para evaluar nuestra vida, para hacer un examen, para ver cómo vamos, qué es lo que tenemos que cambiar, qué es lo que tenemos que renovar, purificar para alcanzar el negocio más importante de nuestra vida que es la salvación”.
Los ritos de la Cuaresma regresaron a la normalidad, y fue así como miles de michoacanos recibieron esta vez la imposición directa de ceniza, y no en bolsas para cada persona o familia, como el año pasado, ante las restricciones por la pandemia de COVID-19.

Imponer ceniza en forma de cruz en la frente, es el rito característico de esta celebración litúrgica, cuya tintura se obtiene luego de incinerar las hojas de palma bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior, recordando al creyente de donde viene y hacia dónde se dirige, ya que “Polvo eres y en polvo te convertirás”.