El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue retenido en una camioneta marca Suburban por más de una hora afuera de la 7ª Zona Militar en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, por integrantes de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) para exigirle el cumplimiento de un pliego petitorio trabajado en diferentes reuniones.
Ante la manifestación, López Obrador decidió no bajar de su vehículo para dialogar con los inconformes, por lo que le fue imposible ingresar al inmueble y participar en la conferencia de prensa matutina.
Rodeado de consignas, el mandatario inició una transmisión en vivo desde la página del gobierno federal, donde aseguró que el presidente de México no puede ser rehén de nadie y aseguró que su gobierno ha atendido a los maestros del país.
Sin embargo, apuntó que en Chiapas y en Michoacán existen intereses creados en la dirigencia, por lo que pidió incluso ver el tema con el magisterio.
“Esto no lo puedo permitir porque no puede el presidente de México ser rehén de nadie, hemos atendido a los maestros de México, los vamos a seguir atendiendo, he hablado con el CNTE y la SNTE en ocho ocasiones, pero en el caso de Chiapas y también en Michoacán hay intereses creados en la dirigencia, esto no tiene que ver con las bases del Magisterio”
Tras cancelarse la conferencia presidencial, después de las 8 de la mañana, los trabajadores de la educación y, de otros grupos sociales, liberaron la circulación y el vehículo donde viajaba el presidente pudo ingresar a las instalaciones militares para la reunión de seguridad.
