El “Fuego Nuevo” pasó de mano en mano y fue iluminando poco a poco la Catedral de Morelia, donde cientos de fieles católicos participaron este sábado por la noche en la Solemne Vigilia Pascual, con la que se celebró la resurrección de Jesucristo, en ceremonia encabezada por el arzobispo Carlos Garfias Merlos.
El Cirio Pascual, símbolo de Cristo Resucitado, fue bendecido por el rector de la Catedral, Juan Manuel Quiroz, quien cumplió con el rito y lo encendió en la puerta central del recinto religioso, que fue abierto de manera especial para esta fecha.


El cortejo religioso transitó hasta el altar principal, donde se recordó el pasaje bíblico consignado en el Evangelio de Lucas, que relata la visita de un grupo de mujeres a la tumba de Jesucristo, donde encontraron la piedra removida y tiradas las sábanas con que había sido envuelto su cuerpo.




“No está aquí”, se señala en una de las cuatro lecturas que se hacen a lo largo de esta celebración, con las que se recuerda la creación del Universo en el Génesis; el Éxodo de israelitas de Egipto y las visiones del profeta Ezequiel.
Con un llamado a reconocer el sacrificio del hijo de Dios para rescatar al hombre, el arzobispo Carlos Garfias se refirió a la importancia de esta celebración, ya que se reafirma la muerte del pecado y la comunión con la gracia de Dios.
“En esta noche santa que hermosa realidad de unir lo humano con lo divino, qué hermoso momento de haceros conscientes de que para rescatar al hombre se ha entregado al hijo de Dios, la luz tan necesaria e importante en nuestra vida; la luz indispensable en los momentos de crisis, de emergencia y de dificultad, la luz que brota del corazón del hombre, cuando está en íntima relación con Cristo, la luz”.



Luego se prendieron todas las luces de la Catedral y comenzó el sonido de campanas con las que se anunció la Gloria y se cantó el aleluya; también se bendijo el agua, como símbolo de renuncia al pecado.
Fieles encendieron de nueva cuenta sus velas para reafirmar su profesión de fe y fueron bendecidos como católicos renovados.