Calles del centro histórico de Morelia fueron escenario por primera vez este Viernes Santo, de la representación del Viacrucis, que escenifica la pasión y muerte de Jesucristo, uno de los pasajes más importantes para la Iglesia Católica.
El llamado hijo de Dios fue representado por Óscar Alfredo Mejía, de 31 años de edad: oriundo de Pátzcuaro, casado y padre de dos pequeñas quien se preparó durante más de un año para este papel.
Más de un centenar de actores y actrices dieron vida a esta etapa de la historia, desde el momento en que Jesús es enjuiciado y sentenciado a muerte por Poncio Pilatos; el actor principal padeció maltrato físico y mental, se dobló al recibir una serie de latigazos en el escenario, montado sobre la avenida Madero que marcaron el inicio de su calvario.

Cientos de familias se dieron cita en el primer cuadro de Morelia para atestiguar esta inédita presentación que se desarrolló de manera puntual bajo un intenso sol y el despliegue de cerca de 200 elementos de seguridad, que resguardaron el desarrollo de la actividad religiosa.
Rodeado por un grupo de jóvenes caracterizados por soldados romanos, Jesucristo escenificó la primera caída apenas unos pasos después del escenario principal, a los minutos se levantó y siguió el recorrido por las calles Zaragoza y 20 de noviembre.

Decenas de personas acompañaron el recorrido, en el que se recordaron los momentos más significativos de Jesús; el encuentro con su madre María; cuando la Verónica limpia el sudor sangrante de su rostro, incluso el consuelo a las mujeres piadosas, que lo encuentran y lloran a sus pies.
La segunda y terceras caídas fueron más difíciles, casi dos horas de aguantar el intenso sol, dificultaron su camino.




Cerca de las 2:30 de la tarde se montó el escenario para la Crucifixión; los ladrones Dimas y Gestas, a su derecha y a su izquierda, como marca la Biblia; también se escenificó el dolor de María al despedirse de su hijo y luego la muerte de Jesucristo. “Todo se ha consumado”, señaló y exhaló el último suspiro.

La representación del Viacrucis estuvo acompañada por algunas interpretaciones musicales, como la del Diario de María, uno de los momentos más emotivos de toda la jornada.
Finalmente, cerca de las 3:00 de la tarde, el cuerpo de Jesús fue envuelto en sábanas y llevado por los propios soldados romanos al sepulcro, con lo que concluyó la representación.
Espectadores pidieron que el Viacrucis se convierta en una actividad cotidiana para el centro histórico de la capital michoacana, tras considerar importante su amplia difusión para toda la sociedad.