El político debe profesionalizarse en su comunicación y marketing político, considerando dos cosas reales:
a) Los partidos políticos tienen demasiado descrédito entre la población y necesitan mejorar su reputación como marcas.
b) Las y los políticos de hoy se enfrentan a lanzar sus mensajes en ecosistemas saturados de mensajes similares, y el cerebro humano se defiende simplificando y eliminando cuando los mensajes resultan repetitivos y aburridos.
Nuestro país es independiente, pero los mexicanos aún seguimos viviendo con muchos de los males que buscaban ser erradicados con la lucha independentista.