En las últimas semanas, Michoacán ha visto un aumento preocupante en los casos de dengue.
Este fenómeno, lejos de ser solo una consecuencia local, está directamente relacionado con los efectos globales del cambio climático.
Del 21 al 23 de octubre, México fue sede del II Congreso Internacional de Investigación en Cambio Climático y Salud, en el que se abordaron temas críticos como el impacto de los fenómenos climáticos extremos en la salud pública.
Los expertos coincidieron en que la crisis climática está creando condiciones propicias para la propagación de enfermedades infecciosas, y el dengue es un claro ejemplo de ello.
Cambio climático y su relación con la propagación del dengue
El cambio climático ha traído consigo temperaturas más altas, mayor humedad y un incremento en la frecuencia e intensidad de las lluvias.
Estos factores son ideales para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, el principal transmisor del dengue.
En el congreso, los investigadores explicaron cómo el calentamiento global está extendiendo las zonas de transmisión de esta y otras enfermedades tropicales a lugares que antes no eran vulnerables.
Esto significa que cada vez más comunidades, como muchas de las de Michoacán, están viendo cómo aumentan los casos de dengue.
Uno de los puntos clave del congreso fue la relación directa entre los desastres climáticos y el incremento en las enfermedades infecciosas. Las inundaciones, por ejemplo, dejan charcos de agua estancada, el sitio ideal para que los mosquitos se reproduzcan.
Estas condiciones están generando una “crisis en cámara lenta”, como la llamaron los expertos, en la que el cambio climático actúa como un catalizador de brotes y epidemias en diversas regiones de México.
El impacto en Michoacán.
Con el aumento en los casos de dengue, el sistema de salud de Michoacán está enfrentando una carga adicional.
Los expertos en salud pública han hecho hincapié en la necesidad de que los sistemas de salud se adapten para enfrentar las consecuencias del cambio climático.
En regiones como Michoacán, donde el dengue no era una amenaza tan común en el pasado, los hospitales y clínicas están lidiando ahora con una sobrecarga de pacientes que requieren atención por síntomas que pueden complicarse rápidamente.
Esto no solo representa una carga para el personal médico, sino también un riesgo para aquellos que necesitan atención por otras enfermedades.
Cambio climático y salud
Además, durante el congreso, los expertos subrayaron que el cambio climático y la salud están interconectados, y que esta crisis no se resolverá sin un enfoque integral.
Propusieron estrategias como el enfoque de “One Health”, que considera la salud humana, animal y ambiental como partes de un mismo sistema.
Para enfrentar el dengue y otras enfermedades influenciadas por el clima, será crucial mejorar la vigilancia epidemiológica, fomentar la investigación y crear políticas de salud que tomen en cuenta la variabilidad climática.
El cambio climático no solo está transformando el planeta, sino que está afectando de manera tangible la salud de todos.
Lo que hoy estamos viviendo en Michoacán con el dengue es una advertencia de que debemos tomar medidas urgentes para adaptarnos a esta nueva realidad.
La crisis climática es una amenaza real para nuestra salud, y entender su impacto es el primer paso para mitigar sus efectos.
Muchas gracias por leer estas columnas, nos vemos en la próxima.
