Tras dejar la Secretaría del Migrante, Brenda Fraga Gutiérrez retomó este 21 de diciembre su curul en el Congreso de Michoacán, donde rechazó las acusaciones de su suplente, Gabriela Cázares Blanco, al señalar que desde el primero de octubre del 2021 asumió dicha responsabilidad, con obligaciones y también con un salario de cerca de entre 72 mil y 80 mil pesos mensuales.
Explicó que la dieta o sueldo, así como el resto de las prerrogativas que se entregan a los legisladores, los deposita directamente la Secretaría de Finanzas del Poder Legislativo en una cuenta bancaria, por lo que rechazó haber recibido algún recurso o haber enviado a algún tercero a cobrar a su nombre.
“Todo todo sale de la Secretaría de Finanzas, todo todo tiene que ver con la Secretaría de Finanzas, los apoyos que se dan en atención ciudadana, el apoyo que en muchas ocasiones recibimos para una escuela, para una silla de ruedas, todo es a través de la Secretaría de Finanzas, nada pasa por quien no está en el Congreso”.
Fraga Gutiérrez rechazó denunciar a su vez a Cázares Blanco, al precisar que hasta el momento no ha procedido legalmente y se ha quedado todo en señalamientos mediáticos, que atribuyó a que no le explicó con detalle a su suplente, en qué consistía la suplencia.
Explicó que regresa a la legislatura, debido a que su suplente dejó en el abandono su Distrito en Uruapan y que la diputación sí le permitirá retomar el trabajo ciudadano, además de que el salario es superior como diputada.
“Yo regreso prácticamente por el abandono del territorio, no me generó ningún beneficio al interior del partido. El partido resintió el tema de la ausencia en el partido, y además, el tema de la poca operatividad que puedo tener siendo secretara al interior del partido”.
De igual forma, negó buscar la coordinación de la bancada y se dijo respetuosa de la determinación de la dirigencia de su partido, que designó a Reyes Galindo Pedraza.