Morelia, Mich..— “Pueden acallar voces, pero no las de todo un pueblo”, advirtió la regidora de Morena en Apatzingán, Carmen Zepeda Ontiveros, tras el asesinato del líder limonero, Bernardo Bravo Manríquez, presidente del Sistema Producto Limón.
La funcionaria reprochó la falta de sensibilidad del gobierno municipal encabezado por Fanny Arreola Pichardo, al mantener los festejos de octubre pese a la crisis de violencia que vive la región. “Yo creo que ni siquiera deberíamos estar en fiestas, con la situación de crisis que tenemos en este valle. A Fanny Arreola le importa más la situación circense, el quedar bien, y ni siquiera guardaron luto ayer, que era una fecha histórica para recordar al general Lázaro Cárdenas”, dijo.
Vía telefónica, Zepeda lamentó que, mientras el municipio atraviesa un clima de miedo y desolación, la presidenta municipal mantenga el programa festivo. “Cada vez que asesinan a alguien, ciertamente siembran terror, pero también siembran indignación. Es momento de que el gobierno diga qué estrategias tiene para brindar seguridad, o que se vayan si no pueden”, subrayó.
La regidora recordó que Bernardo Bravo fue una de las pocas voces que se atrevieron a denunciar las extorsiones contra productores y a organizar protestas en la región. “Era el único que se atrevía a llamar y a organizar. Estaba logrando que la gente perdiera el miedo”, señaló.
También consideró que la muerte del líder debe tener consecuencias políticas y éticas. “Estoy hablando con mis compañeros del Cabildo para que salgamos como gobierno. No basta hacerlo desde lo personal o desde la lucha social; tiene que haber un posicionamiento institucional”, afirmó.
Zepeda aseguró que la indignación crece en Apatzingán y que la voz del pueblo no será silenciada. “Si la presidenta y el gobernador quieren seguir siendo omisos e ignorar la problemática, es en detrimento de ellos mismos y del Estado mexicano”, expresó.